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Informe: Myanmar y China no detienen tráfico de “novias”

Las autoridades en China y Myanmar no logran detener el tráfico de mujeres jóvenes, incluso adolescentes, de la conflictiva región de Kachin para someterlas a esclavitud sexual, de acuerdo con un informe de Human Rights Watch difundido el jueves.

Según el informe, se hace creer a las mujeres que pueden conseguir trabajo en China, o directamente son secuestradas y vendidas como "novias" a hombres chinos. La mayoría de ellas sufren encierro y violaciones. Las que escapan suelen dejar hijos concebidos con hombres chinos.

El informe exhorta a las autoridades a esforzarse más para elevar la conciencia sobre el tráfico humano, brindar mayor apoyo a las víctimas que logran regresar y llevar a la justicia a los culpables de esos delitos.

Los 226 casos conocidos de este tráfico en 2017 son apenas una fracción de la cifra total, ya que muchas víctimas tienen miedo o vergüenza de presentarse, dada la falta de apoyo de las fuerzas del orden o los servicios de bienestar social, según el informe.

"La investigación de Human Rights Watch indica que el número de mujeres y niñas víctimas del tráfico es alto y posiblemente aumente", aseguró.

HRW entrevistó a 37 víctimas de estos delitos. Dijo que las mujeres fueron vendidas a familias chinas por el equivalente de 3.000 a 13.000 dólares cada una. Doce de las entrevistadas eran menores de 18 años y la menor tenía 14 años. Dijo que 22 de ellas permanecieron cautivas durante un año o más.

Con frecuencia son drogadas y secuestradas, para ser dejadas a merced de familias con las que apenas pueden comunicarse.

"La mayoría de ellas fueron encerradas en un cuarto y violadas reiteradamente, ya que las familias que las compraron querían que quedaran embarazadas", dijo Heather Barr, autora del informe y codirectora para derechos de las mujeres de HRW.

Los traficantes saben atraer a las mujeres con promesas falsas de trabajo debido a la falta de buenas opciones para ganarse la vida en los campamentos para personas desplazadas en el estado de Kachin, en el norte de Myanmar.

FUENTE: AP