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Uno de cada tres latinoamericanos tiene deficiencia de micronutrientes

Una de cada tres personas en Latinoamérica tiene deficiencia de micronutrientes debido al consumo de "alimentos chatarra" y bebidas azucaradas, que son altos en energía pero bajos en nutrientes, dijo hoy a Efe Alice Delemare, integrante de la organización internacional Changing Markets.

"En América Latina el consumo de alimentos ultra procesados ha incrementado la incidencia de obesidad, pero a la par también la de desnutrición", expresó Delemare que realizó un informe al respecto.

La coordinadora del documento "Harina de otro costal: la fortificación de alimentos de México a examen", presentado hoy en México, aseguró que en muchos países latinoamericanos se presenta un problema de desnutrición principalmente en niños, mujeres en edad reproductiva y personas mayores debido a la carencia de hierro en la dieta.

"Esto se ha convertido en un problema de salud pública en casi la mitad de los países de Latinoamérica, en donde existe una combinación de obesidad, alimentación deficiente y carencias de micronutrientes", indicó la especialista.

Precisó que en México se estima que cerca de 1,6 millones de niños sufren de malnutrición crónica, lo que representa la cifra más alta de malnutrición infantil en América Latina.

La doctora Vanessa Vianey de la Cruz Góngora, investigadora del Instituto Nacional de Salud Pública, detalló que aunque la legislación mexicana exige que empresas adicionen micronutrientes a los alimentos para corregir o prevenir deficiencias y mejorar la salud pública, "menos de la mitad de los productos están debidamente enriquecidos".

El informe, dijo, destaca una caída significativa en el cumplimiento de la fortificación de la harina de maíz con ácido fólico.

"Esto es fundamental en el país, si tomamos en cuenta que la tortilla (de maíz) es la base de la alimentación de la población mexicana", señaló.

La doctora detalló que, debido a que el hierro principalmente se encuentra en productos de origen animal, las personas deberían consumir este tipo de productos para obtener las cantidades de hierro necesarias que ayudan a la oxigenación de la sangre.

Sin embargo, de acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Salud 2012, se detectó una baja ingesta de minerales en la dieta mexicana, especialmente en adultos y adolescentes.

La prevalencia de ingestas inadecuadas de hierro se situó entre 62 % y 89 % en adolescentes y adultos, y entre 46 % y 52 % en niños. En las mujeres la ingesta inadecuada de hierro se detectó en casi 90 % de ellas.

Y esas ingestas inadecuadas, dijo De la Cruz, contribuyen a importantes problemas de salud pública. "Casi una cuarta parte de los niños menores de cinco años y una quinta parte de las mujeres embarazadas sufren de anemia, cuya causa en la mitad de todos esos casos se calcula que sea la deficiencia de hierro", señaló.

La anemia, dijo, afecta gravemente a las mujeres embarazadas y jóvenes a nivel global y se asocia al 20 % de las muertes de mujeres durante el parto y causa graves problemas de aprendizaje y desarrollo a los niños.

"También provoca una extrema fatiga y depresión, que afecta la productividad y la calidad general de vida de las personas", expresó.

Por ello, señaló, "es necesaria la fortificación para enriquecer los alimentos y con ello disminuir estos problemas en el país".

Enfatizó que existen alimentos como las verduras y la misma tortilla que son inhibidores para la absorción adecuada del hierro, "por lo que fortificar los alimentos es indispensable, además de balancear los nutrimentos".

En ese sentido, tanto Changing Markets como la organización Proyecto Alimenté, pidieron al próximo gobierno mexicano, que asumirá funciones el 1 de diciembre, actualizar la legislación sobre enriquecimiento de harinas y que estas se usen en la preparación de tortillas, panes y otros productos.

FUENTE: EFE