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Acceso a un retrete decente un lujo para algunos Europeos

ESTOCOLMO (AFP) - En la misma Unión Europea (UE), veinte millones de personas no tienen acceso a instalaciones sanitarias decentes y padecen una falta de higiene con graves consecuencias para su salud, según los expertos reunidos en Estocolmo por la Semana Internacional del Agua.

"A menudo se piensa que en Europa sólo hay ricos que no tienen este tipo de problemas. (...) Los políticos de Bruselas no son conscientes de la dimensión de la situación", lamentó Sascha Gabizon, presidenta de la ONG Mujeres en Europa por un Futuro Común.

Los países del antiguo bloque del Este, nuevos miembros de la UE, son los más afectados, pero también hay casos aislados en la Europa occidental, en Francia, en Irlanda o en los países del Mediterráneo.

En Bulgaria, el 42% de la población vive en las zonas rurales donde sólo un 2% de los hogares están conectados a un sistema de desagüe.

En Rumanía, hay 10 millones de personas que viven sin canalización. En el campo, sólo un 15% de los habitantes tienen agua corriente.

"En muchas escuelas rurales, los niños se niegan a ir a los servicios de lo sucios que están", subraya Diana Iskreva, de la organización búlgara Earth Forever.

En estas zonas rurales, los servicios son muchas veces meros agujeros en el suelo que no se limpian nunca.

Las consecuencias para la salud son enormes, los excrementos que se acumulan acaban por infiltrarse en la tierra y contaminar el agua de los pozos y las corrientes de agua subterránea que se utiliza para el consumo habitual.

"Esto provoca enfermedades como la Hepatitis A o la enfermedad del bebé azul, debida a las altas tasas de nitratos de carbono en el agua", subraya Isjreva.

La tasa de nitratos autorizada es de 50 mg/litro de agua. Mientras que en algunas zonas de Rumanía alcanzan los 500 mg/litro.

Generalmente el tema es difícil de tratar con las autoridades locales.

"Es un tema tabú, los políticos tienen vergüenza de hablar de retretes y de reconocer la gravedad de la situación. A menudo, ni siquiera son conscientes", prosigue Gabizon.

Por lo tanto, el problema no es la falta de dinero.

Para los próximos cinco años, la UE dedicará 336 mil millones de euros a los Estados miembros más necesitados y de este dinero, 18 mil millones estarán dedicados a la mejora de las condiciones sanitarias. En las ciudades, la situación es sensiblemente diferente.

Una directiva de Bruselas de 1991 pide que las ciudades de más de 10.000 habitantes estén completamente equipadas con instalaciones sanitarias.

De esta manera los dirigentes locales prefieren invertir en las infraestructuras de las ciudades para seguir estas directivas.

"La corrupción omnipresente en el seno de la clase política búlgara bloquea el dinero que debería llegar a las personas pobres de los pueblos", precisó Iskreva.

Construir un sistema de canalización costaría 80 euros por año y por personal de mantenimiento, es decir "el equivalente a dos meses de pensión para los habitantes de estas zonas rurales, a menudo jubiladas. Así que prefieren no hacerlo", añadió Iskreva.

Las organizaciones han empezado la instalación en Bulgaria y en Eslovaquia de "retretes secos", un sistema utilizado en las zonas rurales de los países escandinavos que permite evitar los olores y reutilizar los excrementos como fertilizantes para la agricultura.

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