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Jobs no quería abrir iPod a música de rivales

El legendario director general de Apple, Steve Jobs, tuvo siete palabras para un subordinado cuando se enteró de que una compañía rival estaba por lanzar un programa que le permitiría a los amantes de la música comprar canciones en cualquier tienda y reproducirla en los iPods de Apple.

"Quizá necesitemos cambiar algunas cosas por aquí", dijo Jobs en un correo electrónico de 2005 que fue mostrado el martes a los jurados de un tribunal federal, en el arranque de un juicio sobre una demanda antimonopolio que acusa a Apple Inc. de usar tácticas indebidas para mantener el predominio del negocio de la música digital.

Los abogados de unos ocho millones de consumidores y vendedores de iPods dicen que el correo de Jobs desencadenó una campaña interna para evitar que el iPod pudiera reproducir música que no fuera comprada en la tienda iTunes de Apple.

Al actualizar el software de iTunes y de los iPods para bloquear la música comprada a competidores, Apple mantuvo un sistema cerrado que desincentivó las compras de reproductores de música de la competencia, alegó el martes la abogada de los demandantes Bonny Sweeney. Ello frenó a los fabricantes de dispositivos rivales, y permitió a Apple vender iPods a precios inflados, dijo a los jurados.

El abogado de la parte demandante Patrick Coughlin también mostró a los jurados un correo electrónico de Jobs de 2003, en el que aborda el lanzamiento de otra tienda de música rival, y dice: "Necesitamos asegurarnos de que cuando Music Match lance" su tienda, "no puedan usar el iPod".

Los abogados de Apple negaron que la compañía compitiera injustamente. Se prevé que varios altos ejecutivos de Apple testifiquen durante el juicio.

Y aunque Jobs murió en 2011, es un personaje central en la demanda de acción colectiva. Sweeney dijo que en los próximos días mostrará un video en el Jobs reconoce que ayudó a escribir un comunicado de prensa que acusaba a RealNetworks de "adoptar las tácticas y la ética de un hacker para entrar en un iPod".

Los testimonios de Jobs han resultado primordiales en otros casos antimonopolio que Apple ha enfrentado en los últimos años, incluido uno en el que un juez falló que Apple se confabuló con editores para manipular los precios de libros electrónicos.

Un economista de Stanford testificará más adelante que Apple cobró a los compradores de iPods sobreprecios por casi 350 millones de dólares.

Pero los abogados de Apple dijeron que sus propios expertos testificarán que el análisis económico de los demandantes es deficiente.

El abogado de Apple, William Isaacson, también dijo a los jurados que Apple tenía razones competitivas legítimas para actualizar su software con nuevas funciones, así como con el código que bloqueaba la música de otras fuentes.

"Los productos de Apple no serían tan buenos o seguros si terceras partes pueden entrar en el sistema", dijo.

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