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La tecnología permite la minería submarina

BOSTON (AP). El fondo oceánico contiene importantes depósitos de oro, plata, cobre, zinc, plomo y manganeso. En problema es que yacen a una profundidad de 1,600 a 3,200 metros (una a dos millas), carente totalmente de luz.

Empero, la nueva tecnología y la demanda mundial han hecho que la extracción de estos metales sea por primera vez económicamente rentable. Un proyecto piloto avanza en Nueva Guinea, y las nuevas normas para la extracción minera a grandes profundidades serán elaboradas en el segundo trimestre de este año por una autoridad internacional.

Hoy jueves, científicos, empresarios y legisladores de 20 países se reunieron en Cape Cod, Massachusetts, para participar en un foro público sobre la mejor manera de extraer esas riquezas sin poner en peligro los mundos ocultos de los océanos. Animales de forma extraña, desde gusanos de dos metros de longitud a camarones ciegos, prosperan en aguas de un contenido ácido tan elevado como la batería de un automóvil, cerca de "ductos hidrotermales" que expulsan líquido cargado de minerales con temperaturas de 400 grados centígrados (750 grados Fahrenheit).

"Son formas de vida singulares. Sinceramente, no hemos descubierto todo. Debemos asegurarnos de que vamos con los ojos bien abiertos", dijo Maurice Tivey, un geólogo de la Institución Oceanográfica Woods Hole, que organizó el coloquio sobre minería oceánica.

Los científicos conocen desde hace tiempo la existencia de depósitos con concentraciones minerales de enorme pureza, llamadas "fumarolas negras" porque parecen chimeneas submarinas.

Los ductos abundan en zonas de elevada actividad sísmica, como la falla que recorre la mitad del Océano Atlántico y el "anillo de fuego" volcánico del Pacífico, que se prolonga por la costa occidental de Estados Unidos, Asia y hasta cerca de Nueva Zelanda. Allí, las placas tectónicas permiten que el agua marina se filtre en la corteza terrestre, donde se calienta, expulsando minerales preciosos de las rocas aledañas.

Con el tiempo, el agua se calienta tanto que salta como un torrente hacia la superficie, de forma similar a cuando la leche fría es vertida en una taza de café. Los minerales que se enfrían en el agua del mar, se precipitan en forma de depósitos sólidos.

Se han localizados unos 200 ductos activos, aunque solamente 10 depósitos cercanos con considerados explotables, según un informe de la Autoridad Internacional del Suelo Marino. Los ductos durmientes son mucho más difíciles de localizar, aunque los depósitos en torno a ellos quizá sean rentables.

El informe de la AIS indica que un solo depósito podría pesar 100 millones de toneladas.

"Queremos ser cautos antes de concluir que todos nuestros problemas están resueltos. Empero, existe la posibilidad de que haya allí cantidades significativas de recursos", dijo Rod Eggert, de la Escuela de Minas de Colorado.