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Reseña: Alien Covenant

Cuando Alien: el octavo pasajero estrenó en 1979, el mundo contempló con terror y extraña admiración como la fantástica criatura de Giger cobraba vida (literalmente) y era orquestada por Ridley Scott para hacerse paso dentro de nuestras más inhóspitas pesadillas.

Ahora, casi 4 décadas después, Scott regresa a su monstruo predilecto, con intenciones de ampliar el universo de este clásico del horror, y explorar nuevas temáticas dentro del género.

Con ideas planteadas inicialmente en Prometeo (2012), y retomadas ahora en Alien: Covenant, esta última entrega de la saga tiene lugar luego de los eventos de Prometeo y sigue a una nave, cuya tripulación formada por científicos, interpretados por actores como Michael Fassbender, Katherine Waterston (reconocida por su reciente trabajo en Animales Fantásticos y donde encontrarlos, 2016) y Danny McBride, tiene la misión de colonizar un nuevo planeta y comenzar una civilización.

De manera similar a los sucesos del octavo pasajero, luego de recibir daños mecánicos durante su travesía, la tripulación capta una extraña señal, presuntamente humana, emitida desde un planeta desconocido. La misión toma entonces un rumbo inesperado mientras trata de descubrir el verdadero origen de esta transmisión. A partir de aquí, todo va de mal en peor, como es de esperarse en cualquier cinta del género.

El buen trabajo de actuación que realiza el nuevo y variado elenco, permite un poco más de empatía con cada personaje al momento de sus inevitables muertes, lo cual compensa con el poco desarrollo que logran tener algunos.

Hay que destacar a Michael Fassbender, quien nuevamente capta la atención con su interpretación de un sintético, demostrando que su trabajo es, sin duda, uno de los pilares principales de la trama. Por su parte, Katherine Waterston nos presenta una vez más sus capacidades para darle vida a un personaje principal como parte de una reconocida franquicia.

Aunque más cruda, visceral y oscura que Prometeo, las cuestiones filosóficas no están ausentes, y son un elemento casi tan importante como los terrores alienígenas a los cuales se enfrenta la misión.

Aunque para muchos, y principalmente los fanáticos, no será lo que esperan, el trabajo de ampliación y la profundidad que Ridley Scott está dándole a una de sus obras maestras, sin dudas es refrescante y digno de respeto, y abre un camino hacia un esperado retorno. Y, a pesar de su ritmo un tanto complicado, Alien: Covenant, te mantendrá al borde de tu asiento, mientras te cuestionas con mórbida curiosidad, propia e inexpugnable en nuestra especie, cuál será el destino de cada uno de los tripulantes.

FUENTE: RI