VOLGOGRADO Copa Mundial FIFA - 

Rusia 2018, el Mundial de los goles a balón parado

Se supone que la posesión del balón que pregonan técnicos como Pep Guardiola propicia goles bonitos. En contra de muros defensivos y algunos de los mejores arqueros del mundo, a veces es necesario volver a lo básico.

Este Mundial ha iniciado con una serie de goles a balón parado y penales. Muchas selecciones han tenido problemas para marcar durante el curso habitual de un partido.

Inevitablemente, astros de la talla de Cristiano Ronaldo y Lionel Messi han sido parte de la historia, y en lados opuestos.

Cristiano ejecutó exquisitamente un tiro libre con el que completó su triplete en el empate de Portugal ante España. El astro del Real Madrid es famoso por entrenar el cobro de faltas durante horas, con su reconocida postura desde todos los ángulos para estar listo cuando el momento así lo requiere.

El tanto del portugués fue uno de tres que se marcaron en cobros de tiro libre en los primeros cuatro días de Rusia 2018. Es la misma cantidad con la que finalizó el torneo de hace cuatro años en Brasil.

Todo comenzó con Aleksandr Golovin superando la barrera en el triunfo de Rusia sobre Arabia Saudí en el partido inaugural. Aleksandar Kolarov marcó de falta directa en la victoria de Serbia sobre Costa Rica el domingo.

Meses antes de que fallar en su intento por frenar el disparo de Cristiano, el portero español David de Gea ya se había quejado del balón que desarrolló Adidas para el torneo de Rusia.

“Es muy raro”, dijo al diario español AS en marzo pasado. “No se sabe si es mejor que tenga más o menos presión, el caso es que lo podían haber hecho mejor".

El balón oficial es sometido a rigurosas pruebas antes de recibir la aprobación de científicos basados en Suiza. El “Telstar 18” debe retener su forma incluso después de ser disparado 2.000 veces contra un muro de acero a 50 kilómetros por hora dentro del laboratorio suizo Empa.

“La deformación provocada al impacto inicial del pie le genera cierto movimiento irregular”, dijo Martin Camenzind, del laboratorio de membranas y textiles biomiméticos. “Los jugadores de más experiencia le sacan ventaja a este efecto y “la tiran como Beckham’. No es cuestión de magia, sino de física aplicada”.

Y de destreza para patear el balón

“Esto debe ensayarse hasta la perfección, porque tan pronto como el pie esté en el balón por unos cuantos milisegundos, el jugador ya no puede influir en su movimiento”, destacó Camenzind. “Simplemente no hay tiempo suficiente para dirigir los impulsos nerviosos del pie al cerebro y enviar una retroalimentación tácticamente sofisticada a los músculos del jugador. Por lo tanto, en la brevedad del tiro, la física del pie y del balón deben encajar a la perfección”.

FUENTE: AP