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Horford no será suspendido y podrá jugar 4to partido con los Hawks

El pívot dominicano Al Horford, de los Hawks de Atlanta, no será suspendido con un partido por la expulsión que sufrió en el tercero de las finales de la Conferencia Este al recibir una falta flagrante antes que concluyese la primera parte y podrá jugar en el cuarto.

La falta de grado dos fue mantenida por la NBA, pero no recibió castigo adicional por parte de la liga, según el portavoz Tim Kuck.

Horford y el base australiano Matthew Dellavedova, de los Cavaliers, cayeron los dos al suelo en la lucha por un balón antes de que concluyese la primera parte del tercer partido.

Dellavedova en su la caída se llegó por delante al alero DeMarre Carroll, que ya estaba en el suelo, y luego cayó sobre la pierna derecha de Horford.

El pívot dominicano respondió al darle con el codo a Dellavedova, acción que los árbitros revisaron en el vídeo y luego la castigaron con falta flagrante del grado dos que le costó la expulsión a Horford y al final los Hawks, en la prórroga, también perdieron el partido 114-111.

Antes de abandonar el campo, Horford era el mejor encestador de los Hawks al conseguir 14 puntos.

"He aprendido de esta experiencia y debo asegurarme que mantendré la compostura y que cosas como lo vivido no vuelvan a suceder", declaró Horford al valorar el incidente. "Pero en el partido anterior fui golpeado en las rodillas y ese tipo de jugadas volvió a suceder".

El árbitro Ken Mauer, el responsable del grupo de referís, dijo que Horford recibió la falta flagrante de segundo grado, porque hizo contacto por encima del hombro de Dellavedova y eso fue lo que penalizaron.

La acción se dio después que el propio Dellavedova también había chocado con el escolta Kyle Korver mientras luchaban por la posesión de un balón y le causó la lesión de un esguince severo de tobillo derecho que le costó el final de la temporada.

Al concluir el partido, la estrella de los Cavaliers, el alero LeBron James, rechazó las sugerencias que han surgido entorno a Dellavedova como un jugador sucio, marrullero, que entra demasiado duro al rival.

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