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Warriors pierden el título, pero no la condición de equipo histórico

Los Warriors de Golden State se quedaron a cinco puntos de conseguir su segundo título consecutivo de liga después que perdieron 89-93 ante los Cavaliers de Cleveland en el séptimo partido de las Finales de la NBA.

Pero la derrota, que sufrieron en su campo del Oracle Arena de Oakland, para nada les quitó su condición de equipo histórico y mejor de la liga después de haber batido la marca de todos los tiempos con 73 victorias.

Los Warriors, con la pareja formada por los "Splash Brothers" y el ala-pívot Draymond Green, dominaron durante toda la liga con un inicio de temporada de 24-0, el mejor de todos los tiempos.

Su inspiración encestadora, líderes absolutos en los tiros desde fuera de perímetro, Curry superó por primera vez los 400 en una sola temporada, les convirtió en el equipo ganador por excelencia y el que mejor baloncesto realizó en el campo a través de la durísima temporada de 82 partidos.

Lesiones, especialmente la de Curry al inicio de los playoffs, y luego la del pívot australiano Andrew Bogut, en las Finales, hicieron que la máquina perfecta anotadora y de buen baloncesto comenzase a perder consistencia.

A pesar de todo, tuvieron la fuerza suficiente para remontar una desventaja de 1-3 en la serie de las finales de la Conferencia Oeste ante los Thunder de Oklahoma City.

Luego comenzaron de forma brillante las Finales ante los Cavaliers, con marca de 2-0 y una ventaja combinada de 48 puntos en los marcadores finales y aunque perdieron el tercer partido, el cuarto de la serie lo ganaron en Cleveland, pero perdieron a Green para el quinto por acumulación de faltas flagrantes.

Ahí fue donde comenzó el calvario de los Warriors que con ventaja de 3-1 permitieron que el alero LeBron James y el base Kyrie Irving cambiasen la historia de la serie al ganarles los tres partidos consecutivos, algo que nunca antes ningún equipo en las Finales de la NBA habían permitido.

Green no tuvo problemas en reiterar, que su ausencia en el quinto partido fue lo que le costó al equipo perderlo y luego el título.

A pesar de la derrota, el entrenador de los Warriors, Steve Kerr, definió el año como algo "sensacional", que sentía un orgullo especial por toda la plantilla y que lo conseguido había sido único e histórico.

"Cierto, nos quedamos cortos a la hora de asegurar el título, pero eso no resta ningún valor a lo logrado durante toda la temporada, que algo increíble y excepcional", destacó Kerr. "Lo sucedido forma parte de la vida y nos debe servir de experiencia para ser todavía mejores".

Curry, que fue el gran derrotado individual como líder del equipo, que perdió el duelo individual de ganadores del premio de MVP con James, dijo que la derrota y no haber podido conseguir el segundo título cuando lo tuvieron tan cerca costaba asimilarlo.

Pero recordó que los logros deportivos que alcanzaron durante la temporada regular habían sido de tal magnitud que todos sus compañeros debían sentirse orgullosos y pensar en el futuro con un gran optimismo.

Sin embargo, tras la derrota en las Finales, los Warriors también son conscientes que la visión que se tenía de ellos de ser el equipo más grande de todos los tiempos, sin el título de campeones, ya quedará por muchos cuestionado.

Aunque no es el caso para el mundo de las apuestas porque nada más concluir el séptimo partido, mientras en Cleveland celebraban el primer título nacional en 52 años, en Las Vegas, ya daban a conocer a los Warriors como los grandes favoritos a luchar por el título la próxima temporada, dejando segundos a los nuevos campeones.