Clásico Mundial Béisbol - 

Holanda ya no es sorpresa

MIAMI (AP). Holanda dejó de ser una sorpresa y se convirtió en realidad luego de vencer en dos ocasiones y eliminar a República Dominicana en la primera ronda del Clásico Mundial de Béisbol.

Ahora, el equipo naranja tiene el reto de volver a enfrentarse a gigantes de la pelota como Venezuela, Puerto Rico y Estados Unidos en la segunda ronda del torneo en Miami.

"El equipo de Holanda ya no puede ser sorpresa, matamos ya a Dominicana", comentó el intermedista holandés Yurendell DeCaster, autor del hit que le dio a Holanda la victoria por 2-1 sobre los dominicanos en 11 entradas y el boleto a la segunda fase.

DeCaster, oriundo de la isla antillana de Curazao, reconoció que el equipo pensó que sería difícil derrotar por segunda ocasión a los dominicanos luego de sorprenderlos por 3-2 en el partido inaugural de la primera ronda en San Juan.

Dominicana era uno de los equipos favoritos para ganar el torneo al contar con figuras de peso como David Ortiz, José Reyes y Pedro Martínez.

Una vez completada la barrida sobre los quisqueyanos, "me sentí como si hubiera ganado la Serie Mundial", recordó DeCaster.

El veterano inicialista Randall Simon explicó que el buen desempeño no es casualidad ya que el equipo holandés se está entrenando junto desde el 16 de febrero.

"Nuestra meta era pasar a la segunda ronda, y finalmente ir a (la final en) Los Angeles", señaló el jugador que ha pasado por las mayores y por las ligas de Venezuela, República Dominicana, México y Japón.

Sostuvo que la confianza del equipo holandés está por las nubes, un factor esencial para tener un buen desempeño en un torneo corto.

"En la pelota hay algo muy importante, que es confiar en uno mismo", expresó. "Eso (ganarle a Dominicana) nos motivó para decir que tenemos 'chance' de ganarlo todo".

"Lo que nosotros hicimos fue dejarle saber al mundo que no hay que ser superestrella para ser buen pelotero", agregó.

Holanda debutaba en la segunda ronda el sábado contra Venezuela, ganador del Grupo C en Toronto.

FUENTE: Agencia AP