Panamá Economía - 

Centroamérica y FAO se unen para mitigar los efectos de la roya del café

Panamá (EFE). Centroamérica, República Dominicana y la FAO se han aliado para mitigar los efectos de la epidemia de roya del café, la peor en la historia de la caficultura de la región, que se calcula dejará unos 550 millones de dólares en pérdidas y afectará unos 370.000 puestos de trabajo en la cosecha actual.

El hongo de la roya apareció en la región en 1976 y actualmente afecta a más del 50 % de las áreas cultivadas del grano en Centroamérica, donde el café es uno de los principales productos de exportación y genera empleo para la empobrecida población campesina.

En la cosecha pasada (2011-2012) la región centroamericana produjo cerca del 12 % del café arábigo del mundo, lo que equivale a unos 15,8 millones de sacos del grano.

Las iniciativas en cada país para combatir la roya son coordinadas por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), a través de un programa a dos años y con una inversión de 500.000 dólares.

La idea es reforzar la capacidad técnica de los servicios fitosanitarios centroamericanos para la detección temprana, respuesta oportuna y prevención de las crisis del sector cafetalero.

El oficial de Producción y Protección vegetal de la FAO, Allan Hruska, dijo a Efe que el proyecto busca sentar estrategias que permitan a los gobiernos y a los sectores cafeteros controlar el problema de una manera integral y como región, evitando un enfoque individual de cada país.

El programa fue aprobado por los ministros del Consejo Agropecuario Centroamericano (CAC) y las acciones multisectoriales que prevé a nivel regional las coordina su Secretaría Ejecutiva.

Hruska explicó que el brote de la roya se dio porque en 2012 se registraron algunas "condiciones interesantes" en el clima, como fueron lluvias tempranas, altas temperaturas y mucha humedad, que permitieron que se iniciara antes de lo previsto el ciclo de producción del hongo y con ello una mayor propagación.

Esas circunstancias permitieron, además, que la roya, que comúnmente ataca los cafetales a nivel de 600 u 800 metros sobre el nivel del mar, llegara a regiones que usualmente no afectaba, como las que están a 1.000 y 1.200 metros de altura.

El técnico de la FAO sostuvo que esta situación tomó desprevenidos a todos los sectores involucrados, por lo que no fue posible tomar previsiones.

Según la Organización Internacional del Café (OIC), el país más afectado en su sector cafetalero, en términos porcentuales, ha sido República Dominicana: 80 % y 15 millones de dólares de pérdidas.

Pero por la extensión de sus plantaciones, Honduras fue el más golpeado económicamente, con 223 millones de dólares en pérdidas, al haberse visto afectado el 25 % de sus cultivos.

Luego están El Salvador (74 % y 74,2 millones de dólares), Guatemala (70 % y 101 millones), Costa Rica (64 % y 14 millones), Nicaragua (37 % y 60 millones) y Panamá con un 24 % y alrededor de 50 millones de dólares en pérdidas.

Hruska indicó que el proyecto con Centroamérica y República Dominicana trabajará en diagnosticar la situación y pronosticar el impacto en la seguridad alimentaria en las poblaciones involucradas, especialmente en los años 2013 y 2014.

De igual manera, en ayudar a los países a desarrollar un sistema de alerta temprana que permita conocer con meses de antelación si en las plantaciones se están dando las "condiciones óptimas" para el desarrollo del hongo.

Pero el proyecto va mucho más allá que la mera activación de programas para mitigar y combatir a la roya del café, causada por el hongo "hemileia vastatrix".

También busca elaborar un diagnóstico sobre el impacto en la seguridad alimentaria, tanto de los pequeños productores como de los "corredores de café", para lo cual se cuenta con la colaboración del Programa Mundial de Alimentos, PMA.

En ese sentido, Hruska precisó que en Centroamérica el 85 % de los productores son pequeños o medianos empresarios, mientras que los "corredores" son grupos migrantes, principalmente indígenas, cuyos trabajos en la cosecha del café les generan un "porcentaje significativo" en sus ingresos anuales.

Para la FAO, el mayor reto será establecer actividades que recuperen la capacidad productiva de los pequeños productores, para que a la vez repercutan favorablemente en esa población vulnerable que se beneficia directamente del sector.

El técnico estadounidense recordó que a principios de 2000, con la caída del precio del grano, se produjo una situación casi de "hambruna" entre las poblaciones que emigran para trabajar con el café, ya que la situación obligó a muchos empresarios a dedicarse a otro tipo de actividad.

Hruska señaló que al final de los dos años de ejecución del proyecto, la FAO no pretende dejar una "vara mágica" para salir adelante sino un sistema integral que aporte experiencia y conocimiento, que le permita a la región facilitar los procesos de interacción entre los sectores gubernamentales y privados que conlleven a mitigar la plaga.

FUENTE: Agencia EFE