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Comienza cumbre económica, sin grandes acciones

WASHINGTON (AP). Los mandatarios mundiales comenzaron el viernes negociaciones extraordinarias sobre la crisis económica mundial, preparándose para adoptar un plan de acción modesto que se inclina más por el enfoque estadounidense sobre incrementar la vigilancia a los mercados financieros, que en aumentar la regulación como propone Europa.

Veinte líderes de países industrializados y economías emergentes se reunieron en Washington, presentando casi el mismo número de planes de acción. Fuentes diplomáticas afirmaron que los líderes probablemente acordarán una serie de acciones, algunas para completarse antes del 31 de marzo y otras para un plazo más largo.

"Miles de millones de trabajadores confían en nosotros para fortalecer el sistema financiero a largo plazo", destacó Bush en un brindis con sus colegas antes de una cena de gala en la Casa Blanca que inauguró la cita de dos días.

Un borrador del comunicado conjunto que se presentará el sábado tras varias juntas privadas contiene algunas ideas para hacer que los mercados financieros funcionen mejor al hacerlos más transparentes y confiables para los inversionistas, dijeron fuentes que pidieron no ser identificadas, pues los mandatarios aún no han firmado el documento final.

Entre los acuerdos se considera hacer reglas de administración más efectivas, como en el caso de aquellas que determinan la forma en la que las compañías tasan sus activos, un tema crucial tomando en cuenta que el aumento en los productos financieros de alto riesgo es considerado en gran parte responsable de disparar la crisis que se vive ahora.

Antes de la reunión del fin de semana, un grupo de la Casa Blanca también aumentó la vigilancia de los instrumentos financieros complejos, derivados y contratos transferencia de riesgo, un tipo de seguro de deuda corporativa.

Se espera que el comunicado propugne por el mejoramiento de la cooperación internacional para la vigilancia de los mercados y una mirada más crítica ante las tendencias de inversión peligrosas, afirmaron las fuentes.

El acuerdo no tiene elementos destacados, como la creación de un regulador mundial único o una nueva normativa estricta para las empresas financieras y sus productos.

Los europeos habrían querido que se aclararan los vacíos legales que permiten a algunas instituciones financieras evadir un control. También que se asegurara la supervisión a los protagonistas del mercado financiero, incluyendo a las agencias de calificación crediticia o los fondos que administran grandes cantidades de deuda. En suma, un compromiso de cambios concretos en sólo 100 días.

Pero incluso la parte del documento que señala a posibles responsables de la crisis evita culpar específicamente a lo que muchos hubieran deseado: un liberalismo financiero ilimitado promovido por Estados Unidos en el que el crédito fácil, las inversiones riesgosas y una vigilancia laxa se han vuelto la norma. De hecho, la crisis comenzó cuando la burbuja del mercado inmobiliario estadounidense reventó en agosto, afectando las inversiones respaldadas por hipotecas, creando pérdidas enormes en las compañías financieras, lo que a su vez congeló el mercado de prestamos y se contagió al resto del mundo.

Se espera que los mandatarios establezcan grupos de trabajo para delimitar los acuerdos y proponer una posible fecha para una reunión de seguimiento a finales de marzo o comienzos de abril. Para entonces el presidente electo Barack Obama habrá relevado a Bush. Obama no participará en esta cumbre, pero ha designado a representantes relevantes para que se reúnan con los dirigentes tras bambalinas.

Felipe Calderón, de México; Luiz Inacio Lula da Silva, Brasil y Cristina Fernández, Argentina, los tres latinoamericanos asistentes, han dicho que la crisis financiera no afectaría gravemente a sus economías, pero expresarán su preocupación por la necesidad de socorrer a otras más débiles, incluso dentro de la misma región, que están ya sufriendo las primeras consecuencias de la difícil marea.

La cumbre tiene dos objetivos: Analizar lo que aún se requiere para librar a las economías mundiales del borde del precipicio y explorar maneras para restablecer la arquitectura del sistema financiero para evitar crisis similares en el futuro.

Ante el temor de que Wall Street se desplome la próxima semana, si la reunión no produce grandes resultados, la Casa Blanca ha comenzado a apaciguar las expectativas casi tanto como otros países, incluyendo a Gran Bretaña, han tratado de avivarlas.

"Este problema no surgió de la noche a la mañana y no se solucionará de un día a otro", dijo Bush .

Manifestantes completamente escépticos sobre la cumbre realizaron protestas. Sus consignas podían oírse a lo lejos en el momento en el que los mandatarios arribaban para su cena.