Se suponía que el puente debía ser un componente clave en el comercio entre las provincias subdesarrolladas del noreste chino y la mentada zona económica especial de Corea del Norte. Tan importante que Beijing lleva invertidos más de 350 millones de dólares en el proyecto.
Pero da la sensación de que los chinos han construido un puente que no va a ningún lado.
Un equipo de televisión de la Associated Press visitó en septiembre el sector norcoreano adonde debería llegar el puente y lo único que vio es una rampa polvorienta rodeada de terrenos despejados. No había oficinas de inmigración ni de aduana y la carretera que desemboca en el puente no está completada.
La fecha en que debió ser inaugurado el paso sobre el río Yalu, el 30 de octubre, pasó sin pena ni gloria y no hay indicios de que el puente pueda operar a corto plazo. Esto generó un informe inusualmente fuerte de Tiempo Global, un diario afiliado al Partico Comunista Chino, en el cual residentes de la ciudad china de Dandong expresan su malestar por las demoras en lo que esperaban fuese un proyecto que daría gran impulso a la economía de esta ciudad fronteriza.
El informe dice que la inauguración del ambicioso proyecto, un puente de tres kilómetros de largo, parece haber sido pospuesta "por tiempo indefinido".
Ni Beijing ni Pyongyang han hecho comentarios oficiales sobre el asunto.