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Trump retoma su discurso proteccionista en una visita a la fábrica de Boeing

El presidente estadounidense, Donald Trump, aprovechó hoy la presentación de un nuevo avión de Boeing para retomar su discurso proteccionista, en el que prometió grandes "victorias" para los trabajadores de su país y "multas sustanciales" a las empresas que decidan trasladar su producción a otras naciones.

En su primer discurso fuera de Washington desde que llegó al poder en enero, y en el estado marcadamente republicano de Carolina del Sur, Trump quiso volver al mensaje económico de su campaña, que fue esencial para su victoria en las elecciones de noviembre.

"Cuando las cosas sean justas, los trabajadores estadounidenses siempre, siempre, siempre ganarán. Pero las cosas no son justas ahora mismo. Lo van a ser muy pronto", dijo Trump desde Charleston (Carolina del Sur).

El mandatario asistió al acto de presentación del 787-10, una nueva aeronave comercial con capacidad para más de 300 pasajeros que Boeing espera estrenar el año que viene, y que fue fabricada en la planta de la compañía estadounidense en Carolina del Sur.

"Este avión se fabricó aquí mismo. Nuestro objetivo como nación debe ser depender menos de las importaciones y más de los productos hechos aquí, en Estados Unidos", subrayó Trump.

El presidente prometió seguir "reduciendo masivamente las regulaciones gubernamentales que envían empleos a otros países", y "bajando los impuestos a las empresas estadounidenses para que sea más barato y fácil producir cosas" en Estados Unidos.

"Vamos a aplicar muy fuertemente nuestras normas de comercio para acabar con las trampas que se hacen en el extranjero, tremendas trampas, tremendas", recalcó el mandatario.

"Habrá una multa muy sustancial para las empresas que quieran despedir a su gente y mudarse a otro país, fabricar cosas y pensar que las van a vender aquí por encima de lo que pronto será una frontera muy, muy fuerte. Las cosas van a ser muy diferentes", afirmó.

Trump reconoció que la promesa de devolver al país los empleos que se han perdido por la externalización de la producción de muchas empresas es "una de las razones principales" de su llegada al poder, y prometió que "nunca decepcionará" a quienes han confiado en él para ello.

Sus alabanzas hacia Boeing contrastaron con las denuncias que hizo sobre el gigante aeronáutico antes de llegar al poder, cuando acusó a la compañía de elevar exageradamente los costes del nuevo avión presidencial Air Force One, presupuestado en 4.000 millones de dólares, y amenazó con cancelar el pedido.

Desde entonces, curiosamente, Trump y el consejero delegado de Boeing, Dennis Muilenburg, han desarrollado una relación muy cercana, con varias reuniones y llamadas telefónicas, y la Casa Blanca se ha alineado con los intereses de la empresa en varios temas, como en su intento de rebajar tensiones con China.

"Estamos trabajando en el proyecto del Air Force One, que ha sido difícil para los anteriores Gobiernos, pero parece que estamos cada vez más cerca", aseguró hoy Trump, quien matizó que el precio del avión le sigue pareciendo "demasiado alto", pero sigue negociando.

Añadió que está "considerando seriamente" hacer a Boeing un "gran pedido" de aviones caza F-18 tipo Super Hornet, algo que el Pentágono está barajando para reemplazar los F-35 de Lockheed Martin si esa compañía "no rebaja sus precios".

El discurso de Trump sirvió como aperitivo para el acto que el presidente tiene previsto dar este sábado en el aeropuerto de Orlando (Florida), y que la Casa Blanca ha descrito como un discurso "de campaña" a pesar de que no habrá elecciones presidenciales hasta 2020.

"Como hizo en su campaña, Trump va a llevar su mensaje directamente al pueblo estadounidense", aseguró hoy una portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders.

FUENTE: EFE