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Waltz gana el Óscar por su memorable asesino en "Django desencadenado"

HOLLYWOOD, Estados Unidos (AFP) - El austríaco Christoph Waltz confirmó el domingo los pronósticos al alzarse con el Óscar a Mejor actor de reparto por su memorable papel de un cazador de recompensas alemán en "Django desencadenado", un burlesco western sobre la esclavitud con el sello de Quentin Tarantino.

Waltz, que ganó así su segundo Óscar tras triunfar en la misma categoría en 2010 por "Inglourious Bastards", también de Tarantino, venció a Alan Arkin ("Argo"), a Robert De Niro ("Silver Linings Playbook"), a Philip Seymour Hoffman ("The Master"), y a Tommy Lee Jones ("Lincoln").

"Mi gratitud ilimitada va hacia el Dr. King Schultz", dijo Waltz al recibir el premio, refiriéndose al alemán que interpretó en este sangriento homenaje a los 'spaguetti western', que desató un debate sobre la violencia en el cine.

"Me refiero, por supuesto, a su creador y al creador de este inspirado mundo, Quentin Tarantino", continuó el actor, agradeciendo además a sus colegas de reparto Jamie Foxx, Leonardo DiCaprio y Samuel Jackson.

Polémica desde antes de su estreno, "Django desencadenado" es la historia de un esclavo (Jamie Foxx) que, luego de ser puesto en libertad por el cazador de recompensas King Schultz, emprende una sangrienta venganza en la plantación del terrateniente Candie (DiCaprio).

Rubio, con una mirada azul metálico y tono suave, Waltz se roba el show desde la escena inicial de este homenaje al "spaguetti western", que imagina de forma burlona una reivindicación esclava poco antes de la Guerra Civil estadounidense.

El actor de 56 años, quien ya ganó por este papel el Globo de Oro y el británico BAFTA, entre otros premios, interpreta al Dr. Schultz como un humorístico y flemático alemán que "siente culpa" por servirse de un esclavo, al que libera tras cumplir sus objetivos y luego entrena para matar.

Nacido el 4 de octubre de 1956 en Viena, Waltz proviene de una familia muy vinculada al teatro: su padre y su madre eran decoradores y encargados de vestuario y otros familiares suyos eran actores.

Christoph Waltz recibió cursos de arte dramático en el seminario Max Reinhardt de Viena antes de matricularse en la célebre escuela Lee Strasberg de Nueva York.

Después de debutar en los escenarios en Viena en 1977, actuó en Zurich, Colonia, Hamburgo, Francfort y Salzburgo hasta el principio de los años 1980.

En 1982 recibió el premio O. E. Hasse a Joven actor de la Academia de Artes de Berlín por su actuación en "Amadeus".

Ese mismo año debutó en el cine en "Feuer und Schwert", la leyenda de Tristán e Isolda. A finales de los 1970 había trabajado en televisión.

Sin embargo, desde 1996, le llueven los premios. En el festival de televisión de Baden-Baden fue galardonado como Mejor actor por "Du bist nicht allein" (No estás solo), donde encarnó al cantante alemán Roy Black. El año siguiente, ese mismo trabajo le valió el Premio del Cine de Baviera.

En 1998 volvió a distinguirse como escritor frustrado en la película "Das merkwuerdige Verhalten geschlechtsreifer Grossstaedter zur Paarungszeit" (literalmente: El extraño comportamiento de los urbanos sexualmente maduros en periodos de amoríos).

Por su interpretación en "Der Tanz mit dem Teufel" (El baile con el diablo) sobre el secuestro en 1976 de Richard Oetker, hijo de un industrial alemán de primer plano, Christoph Waltz fue recompensado en 2001 con el premio Adolf Grimme, el más prestigioso en Alemania para un papel en televisión.

El actor también ha participado en producciones extranjeras como "Ordinary Decent Criminal" ("Criminal y decente", 2000), con Kevin Spacey y Colin Farrell, y en el telefilm "Catalina la Grande" (1995) con Catherine Zeta-Jones, Omar Sharif y Jeanne Moreau.

Igualmente, interpretó al violento dueño de un circo en el drama romántico "Agua para elefantes", de 2011, y a un "workaholic" en la comedia "Un dios salvaje", del mismo año.

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