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Lin-Manuel Miranda hace historia en Broadway con "Hamilton"

Llegó a Broadway como un relámpago tras haber causado revuelo en el centro de Manhattan. Famosos corrieron a verlo. Las reseñas fueron eufóricas. Y el joven detrás de todo esto se volvió la figura del teatro más buscada de la ciudad.

El espectáculo era "A Chorus Line", que se estrenó hace 40 años y permaneció 15 en cartelera, cambiando Broadway para siempre. Su revolucionario legado es algo que muchos creen que "Hamilton" compartirá, pero incluso su creador advierte paciencia.

"Sé que este show existe por 'A Chorus Line' y 'Rent' y 'Sweeney Todd' y 'Jesus Christ Superstar' y '1776' y un millón de otros espectáculos que pueden encontrarse en su ADN. Es una carta de amor para todos ellos", dijo el autor y astro Lin-Manuel Miranda. "Así que me da curiosidad ver qué shows van a tener el ADN de 'Hamilton' en ellos. Pero eso va a tomar tiempo".

Pocos espectáculos en la memoria reciente han emocionado a la comunidad teatral de Nueva York tanto como la biografía con sabor a hip hop que Miranda creó sobre Alexander Hamilton, el primer secretario del tesoro de Estados Unidos.

"Hamilton" se estrena el jueves en Broadway tras haber recibido grandes elogios de la crítica nacional y de haber vendido por adelantado los boletos suficientes para mantenerse por años. El actual presidente de Estados Unidos la vio, antes de su estreno oficial.

A los 35 años, Miranda es un artista singular capaz de reconectar a Broadway con la cultura popular. Es tanto un amante del hip hop como un fanático del teatro, alguien versado en Sondheim y en Snoop Dog. Ya ganó un premio Tony como creador del musical "In the Heights" y es parte de un grupo que improvisa raps.

Su libreto y partitura para "Hamilton" hace referencias geniales a Gilbert y Sullivan, Notorious B.I.G., LL Cool J y Rodgers y Hammerstein. "Estados Unidos, gran sinfonía inacabada/Tú me mandaste llamar", escribió para Hamilton. Lo mismo podría perfectamente aplicar a Miranda.

"Es un rapero y piensa como un rapero. Es un nerd del teatro musical, pero piensa como un rapero", dice Daveed Diggs, un rapero y actor de California que interpreta a Thomas Jefferson y el Marqués de Lafayette en el show.

"Hamilton" no es una lección de historia quisquillosa. En ella, los Padres Fundadores dicen palabrotas, engañan a sus esposas y realizan batallas de rap para resolver disputas sobre políticas fiscales.

Es básicamente la historia de un inmigrante huérfano del Caribe que crece en los más altos rangos de la sociedad estadounidense, narrada por un joven elenco latino y afroamericano. No son los Padres Fundadores que conocieron tus padres.

"No sé por qué no nos enseñan historia de este modo. No sé por qué no enseñan que estas personas son seres humanos. Hacen de ellos semidioses tan lejanos", dice Leslie Odom Jr., quien hace el papel de Aaron Burr. "Estas eran personas comunes, bonitas y celosas, que tuvieron amoríos y escándalos pero aun así fueron capaces de hacer cosas extraordinarias".

"Hamilton" fue una sensación debutó en el Public Theater a principios de año cuando, cuando la gente pagó más de 10 veces el precio del boleto de 120 dólares y una multitud buscó ganar entradas en una lotería. Famosos como Tom Hanks, Dick Cheney y Madonna fueron a verla. La semana pasada Jennifer López también la vio en Broadway.

El furor se asemeja al que hubo por "A Chorus Line", que atrajo a personalidades como Diana Ross, Cher y Shirley MacLaine y que también se presentó en el Public Theater. En ese entonces, Michael Bennett, quien tenía 32 años, tenía 1 millón de dólares en el banco para su show en Broadway, lo que era un adelanto enorme para 1975. "Hamilton" cuenta con el deslumbrante monto de 31 millones de dólares en fondos de financiación. Ya ha ganado premios del Outer Critics Circle, el Círculo de Críticos de Teatro de Nueva York y el Drama Desk. (Sólo será elegible para los Tony una vez que se haya estrenado oficialmente en Broadway).

El trasfondo de "Hamilton" podría fácilmente ser en sí un musical: Miranda, un neoyorquino de padres puertorriqueños, se topó con la biografía de Alexander Hamilton escrita por Ron Chernow y se inspiró a escribir el espectáculo. La primera canción la estrenó en la Casa Blanca.

Jeffrey Seller, el productor ganador del Tony detrás de "Rent" y "Avenue Q", fue una de las primeras personas que oyó la música mientras era creada en el verano del 2010. Dice que sigue asombrado de Miranda.

"El hecho de que estaba en algo grande era claro, pero uno nunca sabe. Uno no sabe hacia dónde irá. Y ahora literalmente estamos en un lugar que yo nunca habría anticipado", dijo Seller.

Los musicales de este tipo no siempre han sido bien recibidos: "Holler if Ya Hear Me", con canciones de Tupac Shakur, fracasó el verano pasado, y un relato demasiado audaz sobre el séptimo presidente estadounidense, "Bloody Bloody Andrew Jackson", dejó a la mayoría desconcertados.

Pero Miranda ya demostró su capacidad para mezclar hip hop, R&B y canciones tradicionales del teatro en su éxito "In the Heights". También cuenta con un director talentoso, Thomas Kail, y un elenco sediento que incluye a los veteranos de Broadway Odom, Renee Elise Goldsberry, Christopher Jackson y Jonathan Groff.

En entrevistas, miembros del elenco han dicho que les encanta ver cómo los jóvenes reaccionan a su fresco relato del nacimiento de Estados Unidos. El próximo paso sería que estos jóvenes se inspiren y escriban sus propias historias.

"Él abrió la puerta porque estableció los estándares", dice Okieriete Onaodowan, quien encarna a James Madison. "Lo ha hecho de un modo tan maravilloso, prolífico, limpio, claro y preciso que es innegable, lo que abre las puertas para que otras personas comiencen a explorar y con suerte lleguen a ese nivel".