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Italia y Portugal favoritos en al final de Eurovisión

Un enérgico italiano acompañado de un falso gorila y un crooner portugués son los favoritos para la final del festival de Eurovisión este sábado en Kiev, que se vestirá de lentejuelas y brillantina en una edición marcada por la ausencia de Rusia.

Ucrania es la anfitriona tras ganar la anterior edición, un premio que tuvo una lectura muy política, ya que la representante se hizo con el certamen con una balada que hablaba de las persecuciones que sufrieron los tártaros de Crimea en la época soviética.

Así, el concurso constituye una oportunidad para el país, que vive un conflicto desde hace más de tres años con los rebeldes prorrusos del este, de mostrar otra faceta.

Esta edición estará marcada por la ausencia de la representante rusa Yulia Samoilova, una carismática cantante de 27 años en silla de ruedas.

Las autoridades ucranianas le prohibieron entrar al país durante tres años como castigo por haber dado un concierto en junio de 2015 precisamente en la península de Crimea, anexionada por Rusia.

Otro concursante, el búlgaro Kristian Kostov, también cantó en Crimea luego de su anexión, pero fue autorizado a participar ya tenía entonces sólo 14 años.

En total 26 concursantes se subirán al escenario de este mediático concurso europeo, que lanzó al estrellato a grupos como los suecos ABBA, y que se ha hecho famoso por sus puestas en escena sorprendentes, criticadas también como de mal gusto, que los espectadores y jurados votan desde toda Europa.

Antes del tradicional, e interminable, conteo de los votos, el espectáculo será inaugurado por Israel, representado por el cantante IMRI, y cerrado por Francia, que no se ha coronado desde 1977 y que tiene sus esperanzas puestas en Alma, una artista de 28 años.

La atención está focalizada en particular en el italiano Francesco Gabbani, de voz ronca y bigotes retro, que conquistó a Italia con "Occidentali's karma", y que canta acompañado de un bailarín disfrazado de gorila.

"El gorila no está aquí sólo para divertir", aseguró el artista de 34 años a la prensa antes de la final. "Todos somos monos desnudos".

Otro de los favoritos es el crooner portugués Salvador Sobral, de 27 años, que canta a la espera de un trasplante de corazón y que por su estado no pudo participar en los ensayos. En esta edición se impuso con su melancólico tema con aires de jazz "Amar Pelos Dois".

Portugal nunca ganó el concurso Eurovisión, a diferencia de Italia que llegó primera en dos ocasiones pero que entre 1997 y 2011 no participó.

Esta fiesta de la diversidad también tendrá sus momentos de extravagancia. Este año exhibirá a un dúo rumano que mezcla rap y cantos tiroleses y a la representante de Azerbaiyán, que canta junto un hombre con máscara de caballo subido a una escalera.

Eurovisión, celebrado por primera vez en Suiza en 1956 y pensado como un germen de unidad europea, se convirtió con el tiempo en una caja de resonancia de las rivalidades nacionales.

Para Ucrania, que hace tres años comenzó un viraje prooccidental, esta edición representa una oportunidad de mostrar otra cara, mientras que en el este del país sus soldados siguen combatiendo a los separatistas prorrusos, un conflicto que ha dejado ya más de 10.000 muertos.

Para recibir a los visitantes extranjeros en una atmósfera de fiesta, la capital ucraniana desplegó importantes medios. La principal avenida de la ciudad albergará una zona para fans, con un escenario.

"Para nosotros es muy importante poder acoger Eurovisión en buenas condiciones", dijo a la AFP Anastasia, una jubilada que se paseaba por los alrededores del escenario.

Para ello, hay dispuestas importantes medidas de seguridad y la policía que patrulla las calles exhibe armas semiautomáticas.

"Estamos haciendo esfuerzos para acercarnos a Europa, nos estamos reformando permanentemente. Esto no es solamente un concurso de música, sino una ocasión de mostrar lo que somos capaces de hacer", explicó Irina, de 20 años, después de hacerse un 'selfie' delante del logo de Eurovisión.

FUENTE: AFP