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Muere Whitney Houston, superestrella de la música y el cine

LOS ANGELES (AP) — Whitney Houston, quien reinó en la música pop hasta que su majestuosa voz e imagen fueron destrozadas por el consumo de drogas, su comportamiento errático y su tumultuoso matrimonio con el cantante Bobby Brown, ha muerto. Tenía 48 años.

El teniente Mark Rosen de la policía de Beverly Hills informó a reporteros afuera del hotel Beverly Hilton que Houston fue declarada muerta a las 3:55 de la tarde en su habitación ubicada en el cuarto piso. Su cuerpo permanece ahí y los detectives investigan.

"Hasta el momento no hay señales obvias de algún intento delictivo", dijo Rosen.

La publicista Kristen Foster informó el sábado que la cantante falleció, pero aún se desconoce la causa de su deceso.

Rosen agregó que la policía recibió una llamada al número de emergencias 911 desde la seguridad del hotel en relación con Houston a las 3:43 del sábado. Los paramédicos que ya se encontraban en el sitio debido a una fiesta previa a los Grammy intentaron reanimarla sin éxito, dijo el teniente.

Su muerte ocurre en la víspera de la noche más importante de la música, los premios Grammy. Es un escaparate en el que alguna vez reinó y su muerte seguramente será un pesado paño mortuorio en la ceremonia del domingo.

Su ex mentor Clive Davis planeaba realizar el sábado su cena y concierto anual y un representante informó que el espectáculo se llevaría a cabo como estaba previsto.

El productor Jimmy Jam, que había trabajado con Houston, dijo que esperaba que el evento nocturno se transformara en un tributo a ella, y que hubiera uno similar en los Grammy.

Se suponía que Houston iba a participar en la gala, y Davis dijo a The Associated Press que ella posiblemente iba a cantar: "Es su noche favorita en el año... quién sabe, cuando termine la cena (a lo mejor cantaría)", dijo.

Houston estuvo ensayando para el espectáculo el jueves y preparó a las cantantes Brandy y Monica, de acuerdo con una persona que estaría en el evento pero que no estaba autorizada a hablar sobre él. La persona dijo que Houston se veía despeinada, sudaba profusamente y su aliento olía a licor y cigarrillos.

Hace dos días estuvo en una fiesta previa a los Grammy con la cantante Kelly Price.

El reverendo Al Sharpton dijo que convocaría a una oración nacional el domingo por la mañana durante un servicio religioso en la Segunda Iglesia Bautista en Los Angeles.

"En la mañana de los Grammy el mundo debe hacer una pausa y rezar por la memoria de una talentosa ave cantora", afirmó Sharpton en un comunicado.

Por su parte, el director general de la Academia Nacional de Grabación de Artes y Ciencias, Neil Portnow, dijo en un comunicado que Houston "era una de las cantantes más grandes de música pop en el mundo que deja detrás un robusto repertorio musical de tres décadas".

"Su poderosa voz aportó gracia a muchas canciones memorables ganadoras de premios", dijo Portnow.

"Una luz se ha apagado hoy en la comunidad musical y extendemos nuestras más profundas condolencias a su familia, amigos, fans y todos aquellos que fueron tocados por su hermosa voz", agregó.

En la cima de su éxito, Houston era la chica dorada de la industria musical. Desde mediados de los años 80 hasta finales de los 90, fue una de las artistas con mayor venta de discos. Deslumbró al público con interpretaciones vocales naturalmente poderosas que tenían sus raíces en iglesias de negros pero que hizo apetecibles para las masas al darles un brillo pop.

Su éxito la llevó más allá de la música, al cine, donde protagonizó éxitos como "El guardaespaldas" y "Waiting to Exhale".

Tenía la voz y la imagen perfectas: una hermosa cantante de gran atractivo pero nunca demasiado sexual, que mantuvo perfecto aplomo.

Influyó a una generación de jóvenes cantantes, desde Christina Aguilera hasta Mariah Carey, quien cuando debutó sonaba tan parecido a Houston que muchos pensaban que era ella.

Pero al final de su carrera, Houston se convirtió en una impresionante advertencia sobre el impacto de las drogas. Sus ventas se desplomaron y dejó de producir éxitos; su imagen serena fue destrozada por un comportamiento salvaje y extrañas apariciones públicas. Confesó que abusaba de cocaína, marihuana y píldoras, y su impecable voz se tornó ronca y áspera, incapaz de alcanzar las notas a las que llegaba en sus mejores tiempos.

"El mayor demonio soy yo. Puedo ser mi mejor amiga o mi peor enemigo", dijo Houston a Diane Sawyer de la cadena ABC en una entrevista en el 2002, junto a su entonces esposo Brown.

Fue una caída trágica para una superestrella que llegó a ser una de las artistas pop más exitosas de la historia, con más de 55 millones de discos vendidos sólo en Estados Unidos.

Pareció haber nacido para la grandeza. Era la hija de la cantante de gospel Cissy Houston, prima de la diva pop de los 60 Dionne Warwick y ahijada de Aretha Franklin.

Houston empezó a cantar en la iglesia cuando niña. Durante su adolescencia, le hizo coros a Chaka Khan, Jermaine Jackson y otros, al tiempo que trabajaba como modelo. Fue por esa época que el magnate de la música Clive Davis la escuchó cantar.

"La primera vez que la oí cantar con su madre en un club ... el impacto fue tan grande", dijo Davis al programa "Good Morning America".

"Oír a esta jovencita inyectarle tanto fuego a esta canción. De verdad me hizo sentir el consabido cosquilleo en la columna", agregó.

Poco después, el resto del país lo sintió también. Houston lanzó su primer álbum en 1985, "Whitney Houston", que vendió millones y produjo un éxito tras otro. "Saving All My Love for You" le mereció su primer premio Grammy, a la mejor cantante pop femenina. Los sencillos "How Will I Know", "You Give Good Love" y "The Greatest Love of All" también se convirtieron en hits.

Otro disco multiplatino, "Whitney", salió en 1987 con éxitos como "Where Do Broken Hearts Go" y "I Wanna Dance With Somebody".

El New York Times escribió que Houston "posee una de las voces entrenadas en gospel más poderosas de su generación, pero evita muchas peculiaridades de la iglesia de sus precursoras. Usa expresiones gospel ornamentales sólo con moderación, y en vez de proyectar una vulnerabilidad desenfrenada y triste, comunica confianza en sí misma y fuerza, construyendo baladas pop hasta cimas sostenibles de intensidad".

Su decisión de no seguir las inflexiones más conmovedoras de cantantes como Franklin fueron criticadas por algunos que consideraron que le estaba restando importancia a sus raíces negras para cantar pop y llegar al púbico blanco. Las críticas fueron un constante estribillo gran parte de su carrera. Incluso fue abucheada durante los premios Soul Train en 1989.

"A veces se reduce a eso", le dijo a la periodista Katie Couric en 1996. "No eres lo suficientemente negra para ellos. No sé. No eres lo suficientemente R&B. Eres muy pop. El público blanco te ha apartado de ellos".

Algunos vieron su matrimonio en 1992 con el ex miembro de New Edition y cantante soul Brown como un intento por rebatir esas críticas. Parecía una unión extraña; ella era considerada una princesa pura del pop mientras él tenía una imagen de niño malo, y ya tenía hijos por su cuenta. (La pareja tuvo una hija, Bobbi Kristina, en 1993).

A través de los años, Brown fue arrestado varias veces, bajo cargos que van desde conducir ebrio o drogado hasta no pagar manutención infantil.

Pero Houston dijo que sus verdaderas personalidades no eran tan distintas como muchos creían.

"Cuando uno ama, uno ama. ¿Dejas de querer a alguien porque tenga una imagen diferente? Bobby y yo básicamente venimos del mismo lugar", dijo a la revista Rolling Stone en 1993. "Uno ve a alguien, y lidia con su imagen, esa es su imagen. Es parte de ellos, no lo es todo. Yo no siempre estoy en un vestido de lentejuelas. No soy el ángel de nadie. Puedo poner manos a la obra y ensuciarme. Puedo ser obscena".

Sin embargo, pasaron varios años hasta que el público vio ese lado de Houston. Su emotiva interpretación del himno estadounidense en el Super Bowl de 1991, en medio de la Guerra del Golfo Pérsico, la reafirmó una vez más como la novia de Estados Unidos.

En 1992 se convirtió en una estrella en el mundo de la actuación con "El guardaespaldas". Pese a reseñas mixtas, la historia de una cantante (Houston) cuidada por un ex agente del Servicio Secreto (Kevin Costner) fue un éxito internacional.

También le dio quizás uno de sus éxitos más memorables: una abrasadora e sensacional interpretación de "I Will Always Love You" de Dolly Parton, que se mantuvo en el número uno de las listas de popularidad por semanas. Ganó el Grammy a la grabación del año y mejor interpretación vocal pop femenina, y la banda sonora de "El guardaespaldas" fue álbum del año.

Volvió a la gran pantalla en 1995-96 con "Waiting to Exhale" y "The Preacher's Wife", ambos con sus respectivas bandas sonoras, y con otro exitoso disco de estudio, "My Love Is Your Love", de 1998, obtuvo un Grammy a la mejor interpretación vocal femenina de R&B por el tema "It's Not Right But It's Okay".

Sin embargo, durante esos triunfos personales y profesionales, Houston estaba consumiendo drogas. En una entrevista con Oprah Winfrey en el 2010, dijo que cuando "The Preacher's Wife" se estrenó, "(las drogas) eran parte del día a día... Hacía mi trabajo, pero después, por todo un año o dos, era todos los días... No era feliz en esa época. Me estaba perdiendo".

En la entrevista, Houston le atribuyó el problema a su difícil matrimonio con Brown, acusado de violencia en el hogar contra Houston en 1993. La pareja se divorció en el 2007.

Houston se sometió en dos ocasiones a rehabilitación antes de declararle a Winfrey que estaba libre de drogas en el 2010. Pero en el interín, canceló conciertos, fue detenida en un aeropuerto en relación con drogas, y sufrió colapsos emocionales en público.

Lució tan delgada durante un concierto en homenaje a Michael Jackson en el 2001 que al día siguiente corrieron rumores de que había muerto. Su comportamiento ordinario y su apariencia nerviosa en el reality show de Brown "Being Bobby Brown" fue un ejemplo de su triste caída. Su entrevista con Sawyer, en la que declaró "el crack es malo", a menudo fue parodiada. Se retiró de la luz pública por unos años.

Houston montó lo que pareció ser un exitoso regreso a los escenarios en el 2009 con el álbum "I Look To You". La producción debutó al tope de las listas de popularidad, y con el tiempo se certificó platino.

Pero pronto surgieron nuevamente los problemas. Un concierto para promover el disco en "Good Morning America" fue un fracaso: la voz de Houston sonó como cortada y desafinada. En una entrevista con Winfrey dijo que eso se debió a que había abusado de su voz.

Pero una gira mundial que comenzó en ultramar sólo confirmó sospechas de que Houston había perdido su valioso don, al no alcanzar las notas altas y decepcionar a muchos fans. La cancelación de conciertos generó conjeturas de que estaría abusando nuevamente de las drogas, pero Houston negó esos argumentos y dijo que estaba en perfecto estado, y que canceló por enfermedad.

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