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Argentina: elefantas buscan un mejor hábitat

El logro de la orangutana Sandra de ser considerada merecedora de un trato digno allanó el camino a sus compañeros del parque ecológico de Buenos Aires. Ahora tres elefantas cuentan con un abogado que exige su traslado a un hábitat donde gocen de una adecuada calidad de vida.

La Unidad Fiscal Especializada en Materia Ambiental de la ciudad autorizó a la Asociación de Funcionarios y Abogados por los Derechos de los Animales (Afada) actuar en defensa de Mara, Kuki y Pupi, las paquidermas que habitan el antiguo zoológico de la capital.

"El encierro de las elefantas en el ecoparque viola sus derechos, perjudica su bienestar y constituye una situación de maltrato castigada por la ley penal", dijo a The Associated Press Andrés Gil Domínguez, abogado de Afada.

El letrado explicó que procuran el traslado de los animales a un santuario y, de no ser posible, "la construcción de un súper recinto" en el parque ecológico que se asemeje "a una hábitat natural, con enriquecimiento ambiental".

El ecoparque es un lugar de conservación de las especies en el que progresivamente está siendo transformado el obsoleto zoológico de la capital. Allí habita también Sandra, a la que recientemente la justicia consideró titular de derechos. La causa fue promovida por Afada y ha sentado un precedente en Argentina para otros animales.

Gil Domínguez indicó que la organización está dialogando con el gobierno capitalino, del que depende ecoparque, para evaluar si las elefantas gozan de la salud y edad idóneas para su traslado a un santuario fuera del país.

"Eso se va a poder determinar a través de indicadores objetivos. Hemos pedido que expertos internacionales los establezcan", explicó.

Mara, la mayor de las paquidermas con 52 años, fue rescatada de un circo argentino. Convive con Kuki y Pupi, de unos 30 años, en un recinto demasiado pequeño para las tres y donde no hay troncos, árboles u otros elementos naturales con los que puedan interactuar.

Rosario Espina, directora general de Biodiversidad en el parque ecológico, puso en duda que las elefantas puedan ser liberadas.

"Son animales que nacieron o que hace mucho tiempo están en cautiverio. Lo que se puede hacer es mejorarles en términos de lo que es bienestar animal: en infraestructura y manejo. Pero no podrían ser liberadas porque se morirían, no sabrían cómo sobrevivir en un ambiente natural", afirmó.

Espina manifestó mayores dudas con Mara, por su edad avanzada.

Esa elefanta, de origen asiático, realiza un balanceo repetitivo con su cuerpo que, según la organización que la representa legalmente, evidencia un deterioro. Para Espina, ese comportamiento proviene de sus años en el circo donde aparentemente fue maltratada.

Pupi y Kuki, de origen africano, tienen quizá más posibilidades de ser derivadas, pero ello implica encontrar un destino adecuado y determinar cuáles son los requisitos sanitarios para su ingreso a otro país, lo que demoraría entre uno y dos años.

"Se habla de Brasil y otras partes... todavía no tenemos toda la información para tomar una decisión", indicó la experta sin dar más detalles.

Asimismo puntualizó que el parque ecológico tiene previsto mejorar el recinto que habitan las paquidermas en el marco de su transformación progresiva en un lugar de conservación de especies. Para ello se habilitarán más elementos para que éstas se distraigan e interactúen. Eso es lo que se hizo con el que habita Sandra, la cual está a la espera de que se decida si puede ser enviada a un santuario de simios en Brasil.

La idea es mejorar el estado anímico de los animales que se queden en el antiguo zoológico y enviar a reservas naturales a aquellos que puedan soportar el traslado.

La alcaldía de Buenos Aires decidió este año dar por terminada la gestión de una concesionaria y transformar el zoológico en un parque de conservación de especies y educación medioambiental en sintonía con lo que se hace en otros países.

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