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Aviación iraquí bombardea a yihadistas para salvar ciudad sitiada

La aviación iraquí empezó a bombardear a los yihadistas del Estado Islámico (EI) que asedian la ciudad turcomana chiita de Amerli, cuyos habitantes carecen de agua y temen ser víctimas de una matanza de los insurgentes islamistas.

El avance del EI --que proclamó un califato a caballo entre Siria e Irak-- genera una creciente preocupación en la comunidad internacional. Al menos nueve países han prometido o entregado armas a las fuerzas kurdas iraquíes, punta de lanza de la controfensiva contra los yihadistas.

Paralelamente, según el New York Times, el presidente Barack Obama está a punto de tomar una decisión sobre bombardeos aéreos en Siria y busca constituir una coalición internacional.

Aviones de Estados Unidos empezaron a sobrevolar Siria para localizar las posiciones de los yihadistas del EI, pero Washington afirma que rechaza cualquier coordinación con Damasco ante el enemigo común.

Estados Unidos, que ha llevado a cabo un centenar de ataques aéreos contra las posiciones del EI en el norte de Irak desde el 8 de agosto, planteó la semana pasada la posibilidad de extender estos ataques a la vecina Siria, tras la decapitación del periodista estadounidense James Foley por parte de los yihadistas.

Entretanto la situación en Amerli, asediada desde hace dos meses por el EI, es cada vez más preocupante: sus habitantes carecen de agua y alimentos y temen una matanza si los yihadistas toman la ciudad.

El ejército iraquí llevó a cabo nueve bombardeos el martes contra posiciones de combatientes islamistas, según un coronel.

Los habitantes de Amerli reclamaban desde hace semanas una intervención militar. La electricidad ha sido cortada y los helicópteros que les suministran ayuda son blanco de los yihadistas, explica Nihad al Bayati, un ingeniero que debió tomar las armas para defender su ciudad natal.

No hay "de momento ninguna posibilidad de evacuar" a los habitantes de Amerli, y la ayuda que les llega es limitada, lamenta Eliana Nabaa, portavoz de la misión de la ONU en Irak.

Al mismo tiempo, Estados Unidos proseguía sus bombardeos en el norte de Irak, donde destruyó dos vehículos militares del EI.

Como las tropas kurdas son la punta de lanza contra el EI, el secretario de Defensa estadounidense Chuck Hagel anunció que ocho países --Estados Unidos, Albania, Canadá, Croacia, Dinamarca, Italia, Francia y Reino Unido-- se "comprometieron a entregarles armas".

El presidente del Kurdistán iraquí afirmó que Irán había sido el primer país en suministrarles material militar, elevando a nueve los países implicados.

La presencia de yihadistas radicales en Siria pone a Estados Unidos y Occidente en una posición incómoda, ya que exigieron en el pasado la caída del régimen de Bashar Al Asad, ahora enfrentado también a estos islamistas.

El jefe de la diplomacia siria, Walid Muallem, declaró el lunes que su país está dispuesto a cooperar con la comunidad internacional, incluyendo a Washington, para luchar contra los yihadistas, pero que cualquier ataque en Siria debía hacerse en cooperación con Damasco, so pena de ser considerado como una "agresión".

Pero la Casa Blanca descartó el martes cualquier coordinación con el régimen de Asad en la lucha contra los yihadistas.

Con todo, una fuente siria en Damasco afirmó el martes a la AFP que la "cooperación ya comenzó y Estados Unidos está entregando información a Siria a través de Bagdad y Moscú". La portavoz del Departamento de Estado, Marie Harf, desmintió la información en Twitter, calificándola de "falsa".

Por otra parte, un estadounidense que supuestamente formaba parte del EI fue abatido durante un combate en Siria, según indicó el martes de noche la Casa Blanca, confirmando informaciones de cadenas de televisión norteamericanas.

Según el Departamento de Estado, 12.000 yihadistas extranjeros procedentes de 50 países han viajado a Siria desde el inicio del conflicto, hace más de tres años.

FUENTE: AFP