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Cae ligeramente la caza furtiva de rinocerontes en Sudáfrica

El número de rinocerontes que murieron en Sudáfrica a manos de cazadores furtivos en 2015 fue ligeramente menor al del año anterior, lo que representa un ligero avance por parte de los cuerpos de seguridad para disminuir esta actividad ilegal que ha matado rinocerontes en números récord, informó un grupo conservacionista.

En 2015 se reportaron unos 1.160 casos de caza furtiva de rinocerontes, frente a los 1.215 de 2014, dijo Elise Daffue, fundadora de StopRhinoPoaching.com, citando fuentes no identificadas. Si se confirman esos números, el descenso reflejaría los esfuerzos de los cuerpos de seguridad para frenar la caza ilegal del animal en Sudáfrica, donde viven la mayoría de los ejemplares del mundo, agregó.

Sin embargo, otros conservacionistas consideran que el número de rinocerontes muertos el año pasado se elevó.

Durante una visita a Sudáfrica a principios de diciembre, el príncipe Enrique de Gran Bretaña dijo, sin citar fuentes, que quienes practican la cacería furtiva mataron ahí a 1.500 rinocerontes en 2015.

El gobierno de Sudáfrica planea difundir a principios de este año sus propias estadísticas sobre la caza furtiva de rinocerontes durante 2015.

La ecologista Allison Thomson, quien considera que el número de rinocerontes muertos en 2015 es mayor a 1.160, dijo el sábado en un email a The Associated Press que aumentaron los rinocerontes huérfanos cuyas madres murieron por la cacería ilegal.

"Los datos no reflejan el daño colateral de los rinocerontes que mueren luego de ser víctimas de un intento de caza furtiva ni los cadáveres que están entre la maleza y aún no se encuentran", dijo Thomson.

Conjeturó que el gobierno intentaba minimizar el problema de la caza ilegal de rinocerontes al actualizar con menos frecuencia las estadísticas de la cacería furtiva. Edna Molewa, ministra de Medio Ambiente de Sudáfrica, informó que el gobierno está comprometido en proporcionar información precisa y oportuna.

Los cazadores furtivos han perseguido a los rinocerontes para cubrir la demanda creciente de sus cuernos en partes de Asia, particularmente en Vietnam. Los consumidores creen que los cuernos del rinoceronte tienen beneficios medicinales, pero no hay evidencia científica que respalde esa creencia.

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