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Chávez sucumbe ante el encanto de Obama

PUERTO ESPAÑA (AFP) - Regalos, apretones de mano, sonrisas y promesas de diálogo: el cordial encuentro entre el presidente venezolano Hugo Chávez y su par estadounidense Barack Obama en Trinidad sorprendió a quienes apostaban por un enfrentamiento directo entre ambos en esta cumbre continental.

Luego de que ambos gobiernos retiraran sus respectivos embajadores en 2008, el presidente venezolano designó este sábado como nuevo enviado en Washington a su actual representante ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Roy Chaderton, y aseguró que sólo espera la autorización de Estados Unidos.

En respuesta, a última hora del sábado, el Departamento de Estado norteamericano informó desde Washington que "trabajará" para que un embajador de su país regrese a Venezuela. "El Departamento de Estado trabajará a partir de ahora para cumplir esta meta común", señaló el portavoz Robert Wood.

Chávez, que criticó duramente a Obama y le llamó "pobre ignorante" recientemente, no ocultó el agrado que le producía conocer personalmente al presidente estadounidense. El tiempo dirá si se trata de una estrategia ante las cámaras o de una verdadera voluntad política.

"Me ha dado mucho gusto saludar al presidente de Estados Unidos: 'I want to be your friend'. Venezuela quiere ser amigo de Estados Unidos", reiteró este sábado Chávez a Obama en la primera plenaria de la cumbre.

La víspera, los mandatarios se dieron un apretón de manos que duró sólo algunos segundos pero ha ilustrado la portada de numerosos diarios. "¿Cómo está?", le respondió Obama.

Horas después, Chávez regalaba a su homólogo el célebre libro "Las venas abiertas de América Latina", de Eduardo Galeano, dedicado personalmente: "Para Obama, con afecto".

Según el presidente venezolano, este ensayo de referencia sobre el saqueo de los recursos naturales en los últimos cinco siglos en América Latina es un regalo "para aprender de la historia" que hay que reconstruir entre el norte y el sur de América.

"Tengo mucho que aprender", admitió Obama este sábado tras reunirse con sus homólogos de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur), Chávez entre ellos.

"Se cayeron bien, definitivamente. Esto puede ser el inicio de algo diferente. El presidente Chávez es consciente del impacto que han tenido sus fotos con Obama y le parece muy bien", declararon a la AFP fuentes de la presidencia venezolana.

La "Obamamanía", que llegó a Trinidad con toda su fuerza desde hace días, también acabó arrastrando a Chávez, al menos mientras dure esta cumbre.

El sábado, en la primera fotografía oficial de los 34 jefes de Estado y de gobierno presentes en esta Quinta Cumbre de las Américas, se pudo ver a Chávez de nuevo conversando animadamente con Obama y volviendo a estrecharle la mano.

"Norteamérica se está sudamericanizando en sus cambios. Un negro presidente de Estados Unidos. Tiene que agradecérselo a Evo Morales, un indio presidente, a (Luiz Inacio) Lula (da Silva), obrero presidente", bromeó Chávez.

En su intervención en la plenaria, el presidente insistió en que Venezuela está esperanzada ante un Estados Unidos "hermano", pero volviendo a su tono habitual subrayó sus exigencias a Obama.

"Es bueno que Estados Unidos aprenda a oír. El espíritu de esta cumbre es que nadie venga a imponer nada a nadie. Que nadie pretenda que seamos patio trasero ni colonia de nadie", advirtió.

Según los responsables estadounidenses que acompañan a Obama, el mandatario desconfía de estos gestos súbitos de atención de parte del que ha sido su más crítico detractor en América Latina y se vio sorprendido ante el regalo de Chávez.

"Es un medio de provocar las cuestiones de la prensa y de aparecer en la foto", declaró un responsable estadounidense que acompaña al mandatario.