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Cientos de migrantes atacan estación policial en China

BEIJING (AP). Cientos de trabajadores inmigrantes atacaron una estación policial en el este de China después de que uno de ellos fuera supuestamente golpeado al intentar obtener un permiso de residencia.

El ataque saca a la luz las crecientes tensiones entre trabajadores itinerantes y las autoridades chinas, que han restado importancia a los tres días de enfrentamientos que empezaron el jueves en la provincia costera de Zhejiang, cuando una multitud se plantó frente a la estación de policía para protestar el trato a un trabajador que presuntamente fue golpeado.

Algunos manifestantes lanzaron piedras a los agentes, informó el lunes la agencia noticiosa oficial Xinhua.

El Centro de Información para Derechos Humanos y Democracia, con sede en Hong Kong, reportó que la multitud quemó patrullas de policía y motocicletas para exigir la liberación del trabajador, que fue detenido después de que se quejó de haber sufrido una paliza por una disputa en torno a su solicitud de residencia temporal.

"Los empleados del gobierno me dijeron que no me podía registrar sin mi tarjeta de identificación. Discutí con ellos y me golpearon en la cabeza", dijo el trabajador Zhang Zhongfu, de 34 años, en declaraciones a Xinhua.

La policía, sin embargo, dijo que el obrero se golpeó la cabeza contra un muro cuando se encontraba bajo los efectos del alcohol.

China tiene unos 10 millones de trabajadores inmigrantes que se trasladan de un lugar a otro y que están abandonando las zonas rurales pobres para trabajar en la ciudad. Muchos de ellos se instalan en zonas urbanas, violando las estrictas reglas nacionales que básicamente prohiben a los residentes rurales trasladarse a la ciudad.

Los enfrentamientos ocurrieron dos semanas después de que una multitud de 30,000 personas en el suroeste de China incendiara una estación de policía en un incidente que muchos consideran una maniobra oficial para cubrir las extrañas circunstancias en las que murió una adolescente.

Los incidentes _muchas veces provocados por acusaciones de corrupción y abusos de las autoridades_ han avergonzado a los líderes del país, sobre todo porque ocurren justo antes de los Juegos Olímpicos de Beijing.

Las autoridades chinas restaron importancia a la violencia de Zheijang y dijeron que están investigando la situación.