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En Colombia, 14% del territorio fue abandonado u ocupado durante el conflicto armado

Cerca del 14% del territorio de Colombia fue abandonado u ocupado por la fuerza durante el conflicto armado de más de medio siglo en el país, afectando en particular a comunidades indígenas y negras, según un informe de Amnistía Internacional (AI) divulgado este miércoles.

"Al menos ocho millones de hectáreas de tierras (aproximadamente el 14% del territorio de Colombia) han sido abandonadas o adquiridas por la fuerza como consecuencia del conflicto", señaló la ONG de defensa de los derechos humanos basada en Londres.

"Estos abusos y violaciones de derechos humanos han estado dirigidos sobre todo contra las comunidades indígenas, afrodescendientes y campesinas", agregó en el reporte "Colombia: restituir la tierra, asegurar la paz".

Más de seis millones de personas fueron desplazadas durante el conflicto armado interno colombiano, que desde los años 1960 ha enfrentado a guerrillas, paramilitares y agentes del Estado.

Según AI, "el acceso a tierras ricas en recursos y el uso de esas tierras es una de las cuestiones más cruciales en las negociaciones de paz" entre el gobierno de Juan Manuel Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), principal guerrilla activa, que se desarrollan en La Habana desde hace casi tres años.

"Cualquier acuerdo de paz carecerá de sentido a menos que se prioricen los derechos de las comunidades indígenas y afrodescendientes a regresar a sus tierras", dijo Erika Guevara, directora del Programa Regional para América de AI, citada en un comunicado.

La restitución de tierras adquiridas por medio de violencia, intimidación y corrupción "ha avanzado con gran lentitud", indicó por otra parte la ONG sobre una ley de 2012 que busca retornar a sus dueños los terrenos ocupados durante la conflagración interna.

El informe destaca los dos únicos casos en los que la justicia retornó sus tierras a dos comunidades: el de Alto Andágueda (Chocó, oeste, de unas 1.400 familias), en septiembre de 2014, y el de Renacer Negro (Cauca, suroeste, de 762 familias), en julio de 2015.

"AI ha documentado numerosos casos en los que miembros de las comunidades que intentan oponerse a intereses mineros exteriores y reclaman su derecho a su propia minería artesanal y otros derechos territoriales han sido objeto de amenazas, desplazamiento forzado u homicidio", dice el informe, que acusa a las autoridades de practicar una "política deliberada para expulsar a la población de las zonas ricas en recursos naturales".

Muchas de las personas que abandonaron el campo lo hicieron "después de años de amenazas y homicidios", agrega.

En Colombia hay 1,4 millones de indígenas, de los cuales más del 70% viven en zonas rurales, y entre cuatro y 10 millones de colombianos se consideran afrodescendientes, según los datos oficiales recogidos en el informe.