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Congreso colombiano cubierto por hormigas

BOGOTA (AP). El congreso colombiano estaba este martes invadido por hormigas.

El montaje del artista caribeño colombiano Rafael Gómez Barros, busca representar a los desplazados por la violencia del conflicto interno del país, así como la apatía de la población hacia el estado de conservación de edificios públicos.

"Me guió principalmente el desplazamiento...es el drama humano", dijo Gómez en entrevista telefónica. "Este plan de las hormigas también incumbe tomarse los monumentos resaltándolos, rescatándolos de la indiferencia cultural, lo social que tienen, porque los monumentos en Colombia están abandonados", agregó.

Las 1,300 hormigas de color negro y marrón, elaboradas en fibra de vidrio y resina con menos 45 gramos de peso cada una, fueron clavadas a la fachada del edificio del congreso en el centro de la ciudad y aprovechando clavos que ya estaban ahí por anteriores y distintas pancartas colgadas, explicó.

La instalación del artista, de 37 años y egresado de la escuela de artes plásticas de la Universidad José Tadeo Lozano, arrancó la víspera y se extenderá hasta el 25 de marzo.

"Este es un tema apolítico no tiene nada con la política , es proyecto sociocultural", aseguró. "Este proyecto no tiene nada (que ver) con la política porque así lo quise y no quiero entrar en ninguna polémica en ese tema, contamos con la aprobación del Ministerio de la Cultura...y (de) la presidencia de la Cámara (de Representantes) y del Senado".

El presidente de la Cámara de Representantes, Edgar Gómez, expresó que dio el permiso a la exposición porque se trata de una "expresión artística".

"Se le autorizó al artista Rafael Gómez Barros para que instalara estas hormigas por 30 días y para que el arte tenga espacio...(la) expresión artística", aseguró el legislador en diálogo telefónico.

De acuerdo con grupos como la no gubernamental Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento (Codhes), desde 1985 y hasta el año pasado aproximadamente más de 4 millones de colombianos --en un país de unos 46 millones de habitantes-- se han visto forzados a dejar sus regiones debido al conflicto interno.