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Congreso resolverá situación de Zelaya después de elección

TEGUCIGALPA (AP). El Congreso decidirá hasta después de las elecciones generales del 29 de noviembre si restituye o no en el poder al presidente derrocado Manuel Zelaya, informó el presidente de la legislatura.

El presidente del Congreso José Alfredo Saavedra dijo que ese organismo sesionará el 2 de diciembre.

En tanto, el subsecretario estadounidense adjunto para el Hemisferio Occidental Craig Kelly, quien llegó a Tegucigalpa en la jornada, se reunió con el presidente de facto Roberto Micheletti, informó a periodistas el ministro de la Presidencia Rafael Pineda al terminar el encuentro. Posteriormente, Kelly se entrevistó con Zelaya en la embajada de Brasil.

Pineda dijo que además de entrevistarse con el gobernante de facto y Zelaya, Kelly tienen planificado dialogar con representantes de otras entidades estatales, que no específico. Es la tercera visita de Kelly a Honduras en un mes.

"Seguimos hablando con las dos partes", dijo Kelly al término del encuentro con el derrocado gobernante en la sede diplomática. "Como amigos del pueblo hondureño vamos a seguir trabajando con los dos lados para buscar soluciones", apuntó.

La vocera de la embajada de Estados Unidos, Ledy Pacheco, había dicho antes que la visita de Kelly tiene el propósito de destrabar el proceso de diálogo y empujar el acuerdo de Tegucigalpa-San José suscrito por las partes.

La visita de Kelly se registra tres días después de que Zelaya afirmara en una carta enviada al presidente norteamericano Barack Obama que no desea ser restituido y que sigue siendo el gobernante de Honduras hasta cumplir su gestión de cuatro años el 27 de enero.

El mandatario derrocado ha afirmado que impugnará los comicios porque una vez realizados legitimarían el golpe de Estado.

Saavedra dijo que convocó a la sesión extraordinaria del Legislativo después de recibir informes del Comisionado Nacional de Derechos Humanos y de la Procuraduría General sobre la eventual reinstalación del presidente defenestrado. Agregó que la próxima semana estarán listos los reportes del Ministerio Público y la Corte Suprema de Justicia sobre la misma materia.

La determinación del Congreso fue criticada por el presidente depuesto y sus seguidores.

Zelaya dijo a radio Globo que "es una barbaridad lo que hizo el Congreso ... hice bien en retirarme del juego sucio de Micheletti", en referencia a su decisión de apartarse el 6 de noviembre del acuerdo de Tegucigalpa-San José.

Juan Barahona, líder del Frente Nacional de Resistencia Contra el Golpe de Estado declaró a la AP que "los diputados no están interesados en la restitución del orden democrático en Honduras".

"Los golpistas están apostando a prolongar la crisis social, económica y política del país", añadió.

Barahona señaló que los próximos comicios "son ilegítimos porque el gobernante no está en su cargo". Rafael Alegría, otro dirigente del Frente, sostuvo que "la decisión (del Congreso) es una burla al pueblo, las Naciones Unidas y la Organización de Estados Americanos"

Micheletti, en un comunicado, pidió a Zelaya que guarde silencio antes de las elecciones. "Lejos de incitar a la violencia y amenazar el proceso electoral y sus resultados, el señor Zelaya debe reflexionar como hondureño ... y lo invito a que anticipe un prudente silencio con ocasión de los comicios y del voto del Congreso en aras de que el pueblo tenga la oportunidad de razonar su voto", dijo.

El acuerdo Tegucigalpa-San José firmado por representantes de Zelaya y Micheletti especifica que la legislatura puede solicitar una opinión no vinculante sobre el tema a las instituciones estatales que así lo determine.

Los militares derrocaron el 28 de junio a Zelaya y lo expulsaron a Costa Rica, pero él retornó sorpresivamente el 21 de septiembre y se refugió en la embajada brasileña en la capital hondureña con algunos de sus seguidores.

La procuradora general Rosa América Miranda dijo al entregar el informe que el contenido "está relacionado con las actuaciones del señor Zelaya al convocar a una constituyente". Las elecciones son vistas por el gobierno de facto como una salida a la crisis provocada por el golpe de estado. Los seguidores de Zelaya llaman al abstencionismo.

En consonancia con el gobierno de Micheletti, las iglesias católica y evangélica exhortaron a la población a acudir masivamente a las urnas.