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Diálogos con ELN entran en su peor crisis tras fin de tregua en Colombia

El proceso de paz con el ELN entró en su peor crisis tras ataques atribuidos a esa guerrilla en Colombia, que dejaron en suspenso la reanudación de los diálogos prevista para este miércoles en Quito.

En una sorpresiva decisión, el presidente Juan Manuel Santos ordenó el regreso de su principal representante en las negociaciones, Gustavo Bell, al día siguiente de expirar la primera tregua bilateral pactada con el grupo rebelde desde su alzamiento en armas en 1964.

"He conversado con el jefe de la delegación del gobierno en Quito para que se regrese de inmediato para evaluar el futuro del proceso", afirmó Santos en un mensaje al país.

El mandatario culpó a los rebeldes de "unas acciones terroristas" ocurridas este madrugada que afectaron el transporte de crudo y, al parecer, dejaron dos militares heridos en el noreste de Colombia, donde opera el Ejército de Liberación Nacional (ELN).

La estatal colombiana Ecopetrol señaló que en total hubo cuatro ataques contra la infraestructura petrolera en los departamentos de Boyacá, Casanare y Arauca.

Las autoridades no han suministrado detalles sobre estos hechos. Y, de momento, la agrupación guevarista no se ha pronunciado.

Sin embargo, el presidente ya instruyó a las Fuerzas Armadas a "actuar con contundencia para responder a esta agresión" y acusó a la organización de haberse negado a acordar un nuevo alto al fuego, lo que desató una tensión jamás vista en el proceso que comenzó en febrero de 2017 en la capital ecuatoriana.

El pronunciamiento de Santos dejó en suspenso la apertura del quinto ciclo de conversaciones de paz, en el que debía justamente negociarse un nuevo acuerdo para una nueva tregua.

El analista Víctor de Currea-Lugo, experto en el ELN y autor del libro "Historias de Guerra para tiempos de paz", consideró que lo ocurrido podría desencadenar en la ruptura definitiva de la mesa de diálogo.

"La decisión (de las partes) era de no levantarse de la mesa independientemente de lo que sucediera, pero la gravedad de haber roto el cese de esta manera, y los atentados que acaban de producirse, hacen irremediable" que se esté frente a la "mayor crisis", señaló a la AFP.

Por lo pronto, el jefe negociador del gobierno analizará con Santos la ofensiva insurgente y sus "implicaciones para el futuro de mesa de diálogo", según un comunicado de la delegación en Quito.

Tras haber firmado un acuerdo que condujo al desarme y transformación en partido de la guerrilla marxista FARC, Santos se empeñó en sacar adelante un pacto similar con el ELN, y extinguir así el último conflicto armado del continente que, en medio siglo, deja millones de víctimas.

No obstante, en casi un año de difíciles conversaciones, apenas ha conseguido que los rebeldes acepten una tregua, sin que todavía haya mayores avances en los seis puntos en discusión.

Durante el cese al fuego, que estuvo vigente del 1 de octubre al martes a medianoche, no hubo enfrentamientos entre militares y guerrilleros, pero las partes se acusaron de incumplimientos mutuos relacionados con otros compromisos.

Quizá lo que que más juega contra Santos, premio Nobel de Paz 2016, es el tiempo: en agosto termina su segundo y último mandato de ocho años, con las encuestas en contra y una contienda electoral que, una vez más, se divide entre los partidarios y críticos de los tratos con los rebeldes.

Asimismo, los analistas coinciden en que el ELN enfrenta una división interna que dificulta todavía más los diálogos.

"Creo que se impone una línea dura dentro del ELN, ahí hay diferentes tendencias, como en cualquier organización humana, pero que en este caso no lograron superarse de manera adecuada los impasses" durante el alto al fuego, opinó De Currea-Lugo.

El martes, en una entrevista con la AFP, el jefe negociador del ELN, Pablo Beltrán, había hecho un llamado a la "calma" entre las partes.

"Hemos llegado a un estadio importante que es desarrollar las conversaciones en medio del cese bilateral. Vamos a tratar de que eso se mantenga, mientras tanto esperamos que no haya un escalamiento de ofensivas", subrayó.

Aun cuando las dos partes pretendían seguir adelante con las negociaciones sin el ruido de la guerra, el ELN y sus 2.000 combatientes parecían ya preparados para una eventual arremetida oficial en departamentos como Chocó, en la frontera con Panamá, según se desprende de un mensaje del comandante Uriel, del Frente de Guerra Occidental Ómar Gómez.

FUENTE: AFP