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EEUU-2020: Toma impulse la campaña de Buttigieg

El aspirante a la nominación demócrata Pete Buttigieg viaja en una camioneta alquilada al último acto del día en Carolina del Sur, comiendo unas papas fritas frías y criticando su desempeño en sus presentaciones.

Los cientos de personas que asistieron a sus dos últimas escalas constituyen muchedumbres mucho más grandes que las que este alcalde de South Bend, Indiana, de 37 años, ha venido congregando. “Es algo magnífico”, expresó. Pero los aplausos y el griterío lo confunden un poco. A veces se olvida de hacer una pausa y no se escucha lo que dice en medio del bullicio. Otras veces los aplausos lo toman por sorpresa y lo descolocan.

“Tengo que aprender a manejar estas cosas”, admite Buttigieg. “Estoy acostumbrado a hablar ante 50 personas, decir mis cosas, responder preguntas e irme sin mayores consecuencias. Ahora estos eventos que ponemos en el calendario resultan ser actos en serio".

Buttigieg, veterano de guerra y becario de Rhodes, era el candidato al que menos posibilidades se le daban cuando anunció la formación de un comité exploratorio en enero. Ningún alcalde fue elegido jamás presidente. Además, no es el alcalde de una ciudad grande sino de una de apenas 100.000 habitantes del centro del país. Buttigieg, por otro lado, apenas tiene la edad suficiente para postularse.

Pero su candidatura está tomando impulso y él lo percibe. Su gran desafío ahora es ser tomado en serio, no como un elemento anecdótico.

“El alboroto ayuda”, dice Buttigieg. “Pero tienes que asegurarse de que ofreces sustancia y organización, que no eres un fenómeno temporal sino que puedes librar una campaña prolongada”.

Además de multitudes más grandes, la prensa nacional también le está prestando más atención, desde Fox News hasta “The View”, de ABC, donde ya se presentó dos veces. Luego de una especie de asamblea de CNN en la que respondió a preguntas del público, la gente de Buttigieg dice que recaudó más de 600.000 dólares de 22.000 donantes en 24 horas. Ya ha recibido suficientes aportes individuales como para participar en los debates de los candidatos demócratas.

De todos modos, le queda mucho trabajo por delante, empezando por la recaudación de fondos y la contratación de personal. Buttigieg dijo que su meta era recaudar 1 millón de dólares para el 31 de marzo. “Lo vamos a conseguir”, expresó.

Se muestra confiado en que tendrá suficiente dinero como para montar una campaña seria, al menos en la primera etapa de las primarias.

“Nadie espera que recaudemos lo que recauda un senador de la Florida o de una ciudad grande. Pero tenemos que demostrar que podemos competir a ese nivel”, dice Buttigieg, quien planea duplicar su equipo de campaña, actualmente de 20 personas, en las próximas semanas, con miras al lanzamiento oficial de su candidatura.

Por ahora no tiene equipos de avanzada, que coordinan los actos antes de la llegada del candidato, cuelgan carteles y toman los datos de toda persona que asiste al acto. De hecho, cuando comenzó la ronda de preguntas en su presentación del fin de semana en Rock Hill, no había micrófonos disponibles para el público y había que gritar las preguntas.

Nada de esto preocupó a los presentes. Después de su presentación en Columbia, Christina Goodwin, de 32 años, dijo que Buttigieg le había “impresionado bien” y que lo iba a ubicar entre los tres primeros de su lista, junto con las senadoras Kamala Harris y Kirsten Gillibrand.

Goodwin dice que se empezó a interesar en Buttigieg a partir de la información que vio en las redes sociales. Sabía que había aprendido a hablar noruego, por ejemplo, para poder leer al escritor Erlend Loe. Buttigieg habla siete idiomas: inglés, francés, italiano, árabe, dari (lengua persa), noruego y maltés, el idioma de su padre).

Además toca el piano. Y cuando se postuló para Harvard, ganó un concurso de ensayos sobre personajes valientes con un trabajo sobre un legislador independiente de Vermont que admiraba: Bernie Sanders... ahora rival suyo en las primarias.

Buttigieg cree que está ganando apoyo porque la gente quiere algo diferente y por su estrategia para hacerle frente al presidente Donald Trump.

Este ex teniente de las fuerzas de reserva de la Armada, abiertamente gay, habla sin complejos de su matrimonio con otro hombre, “posible gracias a un solo voto en la Corte Suprema”. Ese comentario le generó los aplausos más fuertes durante su gira por Carolina del Sur.

Catherine Paquin, de 36 años, y Jonah Burrell, de 37, asistieron al acto de Buttigieg en Greenville luciendo camisetas con el cartel “Alcalde Pete 2020” que compraron en Amazon-com.

Burrell, quien es gay, dijo que le parece “fantástico” que haya un individuo abiertamente gay en la contienda, pero que esa no es la principal razón por la que lo apoya.

“Su aplomo, la forma en que habla denotan que es inteligente”, comentó. “Te das cuenta de que piensa todas sus respuestas. Se ha informado de todos los temas”.

“No sé si podremos salir adelante con esto”, dice Buttigieg. “Pero en estos momentos me siento muy bien”.

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Sara Burnett está en https://twitter.com/sara_burnett

FUENTE: AP