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Ébola: siguen buscando un mejor tratamiento

En las cuatro décadas desde que el virus del ébola fue identificado en África, el tratamiento no ha cambiado mucho. No hay medicinas certificadas ni vacunas para la enfermedad mortífera.

Algunos medicamentos se están desarrollando, aunque ninguno ha sido puesto a prueba rigurosamente en seres humanos, pero un tratamiento experimental fue probado esta semana en una asistente de salud estadounidense infectada, según el grupo con sede en Estados Unidos para el cual aquella trabaja en Liberia.

Sin un tratamiento específico, médicos y enfermeros se concentran en aliviar los síntomas de la enfermedad —fiebre, jaquecas, vómitos y diarrea— y en mantener a los pacientes hidratados y cómodos.

El brote en tres naciones del África Occidental —Liberia, Guinea y Sierra Leona— ha enfermado a más de 1.300 personas y más de 700 han muerto desde marzo.

¿POR QUE NO HAY UN TRATAMIENTO?

El virus del ébola es difícil de tratar. El virus no se desarrolla bien en el laboratorio y los experimentos solo pueden efectuarse en los relativamente pocos laboratorios con las mayores medidas de seguridad.

Aunque ébola es letal, es infrecuente. Los brotes son imprevisibles y dan a los especialistas pocas oportunidades de experimentar con nuevos tratamientos. Aunque la epidemia actual es la mayor registrada, el número de enfermos es pequeño en comparación con los muertos por otras enfermedades, como la malaria o el dengue. Gran parte de la financiación para el ébola procede de gobiernos que se preocupan de que el virus sea usado en un ataque bioterrorista.

"No es económicamente viable para ningún laboratorio farmacéutico efectuar esta investigación porque tienen que pensar en sus accionistas", observó Ben Neuman, un virólogo de la Universidad de Reading en Gran Bretaña.

¿QUE ES LO QUE HAY POR AHORA?

Hay una media decena de fármacos y vacunas en desarrollo, varios de los cuales han recibido financiación de Estados Unidos. Un medicamento desarrollado por el ejército estadounidense ha mostrado resultados prometedores en monos.

"Creemos que esto puede funcionar debido a los modelos con animales, pero hasta que no se hagan estudios con seres humanos no se sabrá", advirtió Fred Hayden, especialista en enfermedades infecciosas en la Universidad de Virginia, que no participó en esa investigación.

Una compañía canadiense, Tekmira, tiene un contrato de 140 millones de dólares con el gobierno estadounidense para desarrollar una vacuna para el ébola.

¿DEBEN USARSE DROGAS EXPERIMENTALES?

No hay consenso entre los científicos acerca de si conviene poner a prueba fármacos y vacunas experimentales antes de ser aprobados, aunque esa posibilidad se discute informalmente.

"Dada la naturaleza prolongada y sin precedente de la epidemia, debemos considerarlo seriamente", afirmó el doctor Peter Piot, codescubridor del ébola en 1976 y director de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres.

Algunos expertos dicen que carece de ética usar tratamientos o vacunas que no han sido puestos a prueba minuciosamente y advierten que los resultados podrían ser desastrosos.

"Ninguno de esos fármacos o vacunas están listos para ser usados en seres humanos desde un punto de vista legal", afirmó el doctor Heinz Feldmann, director de virología en el Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas, de Estados Unidos.