Bogotá Internacionales - 

Ejército colombiano sacudido por escándalo

BOGOTA ( AFP ). El escabroso asesinato de dos niños y una adolescente que además fue violada, así como la violación de otra joven en el norte de Colombia, atribuidos a militares, sumió al Ejército colombiano en un nuevo escándalo, dos años después de la revelación de centenares de ejecuciones extrajudiciales por soldados.

Yenny, de 14 años, Jimmy, de 9, y Jefferson, de 6, fueron asesinados el 14 de octubre, cuando su padre, un campesino soltero de Tame, en el departamento de Arauca (norte), había salido a trabajar.

En los cuerpos de los tres niños, enterrados en dos fosas entre matorrales cercanos a la cabaña donde vivían, se hallaron indicios de tortura. Yenny fue violada, y los tres muertos a puñaladas.

Entonces las miradas apuntaron a una unidad de la brigada quinta del Ejército, desplegada a unos centenares de metros del lugar del drama.

" Versiones de su padre José Álvaro Torres y de campesinos de la región comprometen seriamente a miembros del Ejército ", denunció a los pocos días la comisión de derechos humanos de la asamblea departamental.

" A escasos metros del lugar donde se halló la fosa común, fueron encontrados objetos de uso privativo del Ejército ", acusó esa instancia.

Desde entonces, siete militares, entre ellos cuatro oficiales, han sido relevados de sus cargos.

El subteniente Raúl Muñoz Linares fue imputado este jueves por los delitos de " homicidio agravado, acceso carnal violento y acceso carnal abusivo ", por la violación y muerte de Yenny junto a sus dos hermanos.

Muñoz Linares también fue acusado de haber violado a otra niña de 13 años, el 2 de octubre, víctima que lo pudo identificar por sus problemas de dicción.

El presidente Juan Manuel Santos y su vice presidente Angelino Garzón, han condenado con firmeza los crímenes.

Incluso Garzón demandó del Ejército " que pida perdón a la sociedad, a las Fuerzas Militares, al padre de los menores, y ante todo a los niños y las niñas del país porque es un hecho cruel e inhumano que uno jamás pensaría que un servidor público pudiera cometer y que el sólo pensarlo produce horror ".

El drama ocurre casualmente dos años después de la revelación por la prensa del llamado escándalo de los " falsos positivos ", que implicó a centenares de militares en ejecuciones extrajudiciales de civiles, presentados luego como guerrilleros muertos en combate para obtener recompensas y días libres.

Santos, entonces ministro de la Defensa, ordenó una purga sin precedentes del Ejército, despidiendo a una treintena de oficiales, entre ellos tres generales.

Su ministerio diseñó una "política integral de derechos humanos" en el marco de la cual se creó un grupo de asesores jurídicos operacionales con el fin de que abogados expertos en este campo apoyen permanentemente a las unidades en el planeamiento de sus operaciones.

Pero, según un experto en derechos humanos que asesora al Ejército, aún existen en las Fuerzas Armadas elementos que facilitan estos hechos como "la falta de control y de directrices claras".

Además, en Colombia " hay una cultura de violencia que lleva cincuenta años ", presente tanto en el Ejército como en la sociedad, señaló este especialista bajo condición de anonimato.

De hecho, aunque más de 1,200 militares han sido vinculados a casos de ejecuciones extrajudiciales, sólo se registran desde 2008 unas 60 condenas firmes.

" La sociedad colombiana y el Estado siempre han sido muy permisivos con las Fuerzas Armadas " en nombre de la lucha contra las guerrillas, dijo a la AFP León Valencia, director de la Corporación Nuevo Arco Iris, especialista en el conflicto armado.

Valencia recordó que en Colombia la fuerza pública pasó de unos 270.000 hombres (policías y militares) en 2002 a 450,000 en la actualidad y señaló que se trata de "personas de todas las condiciones, sin mayores exigencias".

" Lo nuevo, es que hay una apertura en las fuerzas militares para que se hagan investigaciones ", consideró Valencia, aunque recalcó que "lo que está tapado es mucho ".

FUENTE: Agencia AFP