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Ejército iraquí frena su avance en Mosul por el mal tiempo

Fuerzas especiales iraquíes anunciaron el jueves que el mal tiempo y los cielos encapotados frenan temporalmente su avance en la ciudad de Mosul, controlada por el grupo extremista Estado Islámico, pero siguen enfrentando ataques letales, incluyendo un coche bomba.

En el vecindario de Tahrir, en el este de la ciudad, un auto cargado de explosivos partió a toda velocidad del complejo escolar donde estaba escondido para estrellarse contra un puesto del ejército iraquí y convertirse en una bola de fuego. Un soldado falleció y otros tres resultaron heridos, según dos oficiales que hablaron bajo condición de anonimato porque no estaban autorizados a informar a periodistas.

Las nubes que cubrían la ciudad el jueves dificultaban la visibilidad de los drones y la aviación, señaló el general Haider Fadhil añadiendo que los soldados están empleando el parón para asegurar las zonas ya recuperadas con puestos de control y buscar explosivos.

La coalición liderada por Estados Unidos proporciona cobertura aérea y labores de reconocimiento para el avance del ejército iraquí, una ayuda clave en los éxitos de la ofensiva por Mosul, y los combates se paran cuando no puede emplearse la potencia aérea.

Tahrir registró intensos combates el miércoles, cuando un suicida del grupo EI con un coche bomba atacó un tanque Abrams del ejército iraquí.

Fuerzas de Bagdad lanzaron la esperada ofensiva para recuperar Mosul hace casi un mes pero hasta el momento solo han conseguido entrar en unos pocos vecindarios del este. Los soldados se topan con una férrea resistencia, además de con francotiradores, fuego de mortero y suicidas que conducen vehículos blindados cargados de explosivos.

Tras las rápidas victorias iniciales en los suburbios, el progreso se ha ralentizado a medida que se avanza hacia zonas más pobladas de Mosul, donde el ejército iraquí no puede confiar tanto en los ataques aéreos y bombardeos por el riesgo que suponen para los civiles, a quien se les pidió que se queden en sus casas.

Mosul, la segunda ciudad más grande Irak, es el último gran bastión del grupo EI en el país. Expulsar a los extremistas de la ciudad podría provocar una serie de reveses en el autoproclamado califato, que se extiende también por Siria.

FUENTE: AP

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