MIAMI (AP). El canciller de Brasil, Celso Amorim, aseguró este viernes que le ofrecerá sus consejos y ayuda a Dilma Roussef si la candidata oficialista llega a la presidencia y se lo pide, pero aclaró que él no aspira a continuar desempeñándose como ministro de relaciones exteriores.
"Dilma ha sido una compañera de gobierno, trabajamos muy bien en conjunto, tengo un gran respeto por ella. Pero eso no quiere decir que esté con aspiración o ambición (de continuar como canciller)", manifestó Amorim en una entrevista exclusiva con The Associated Press a las márgenes de un simposio empresarial realizado en Miami.
"No es bueno que se cree una dificultad u obstáculo para que (ella) tenga total libertad en escoger a su equipo. Tiene que ser totalmente su decisión", dijo Amorim en español mientras tomaba un café en una sala de un lujoso hotel de la zona financiera de Miami.
Amorim, que llegó a esta ciudad para participar de un simposio económico organizado por la revista Latin Trade, dijo que por ahora Roussef no le ha efectuado ningún ofrecimiento, porque "tampoco es el momento". Aclaró, no obstante, que le interesa que se continúe la política exterior impulsada por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, y dijo que si Roussef triunfa en los comicios del próximo domingo y "si necesita algo", le ofrecerá "la ayuda que sea necesaria".
"Si cree que puedo ayudar con un consejo, con una opinión, excelente. Si cree que yo puedo ayudar de otra manera, vamos a ver. Pero no es una aspiración", manifestó Amorim al ser consultado sobre su posible continuidad en el cargo.
El canciller, que se afilió hace cerca de un año al oficialista Partido de los Trabajadores, ha sido una figura importante en el escenario internacional durante el gobierno actual.
Ofreció la entrevista tras ser uno de los principales oradores del panel "El rol de Brasil en la economía mundial", junto con el presidente del Banco Nacional de Desenvolvimento Económico y Social brasileño, Luciano Coutinho; y el embajador estadounidense en la nación sudamericana, Thomas Shannon.
"Me siento muy orgulloso de que Brasil sea visto ... no como un país que tiene que pedir siempre permiso para hacer las cosas", dijo Amorin cuando la AP le preguntó si algo lo hacía sentir orgulloso en el desempeño de sus funciones. "Consultar sí, pero hacer lo mejor que crea para sí mismo, para los vecinos, amigos y el mundo. De eso sí me siento muy orgulloso".
Explicó que la política brasileña de liderazgo se debe a las acciones que toma en momentos que no son obvios y que exigen cierto coraje.
"Sin dudas seguirá" esa política aunque Lula da Silva termine su gobierno, dijo Amorim, que recibía un Premio Bravo por ser considerado el líder más innovador del año, durante una gala nocturna realizada en el mismo hotel del simposio. "No oponerse por oponerse, pero sí cuando es necesario", señaló.
Dijo asimismo que es importante que se continúe y profundice la política exterior de los últimos años, sobre todo en lo referente a la integración sudamericana y a la política con Africa. Además, existen retos de una relación estructural con los grandes socios de Brasil, China y Estados Unidos, indicó.
Consultado acerca de qué podría cambiar en la política exterior brasileña si el candidato opositor José Serra, de la Social Democracia Brasileña (PSDB), gana los comicios presidenciales, respondió: "se perderían algunas conquistas, un tiempo".
No aclaró cuáles serían esas conquistas, pero consideró improbable un triunfo de la oposición.
En la entrevista con la AP, Amorim dejó entrever que podría postularse en el futuro a un cargo legislativo.
"En la política es posible que algo pueda intentar", manifestó el canciller brasileño al ser consultado sobre su futuro cuando termine el gobierno del presidente Lula, a finales de este año.
"Las próximas elecciones son para alcalde y yo no veo que sea candidato a alcalde. Legislador ya estaría un poco mayor, pero quién lo sabe, eso es posible, pero eso sería dentro de cuatro años", explicó.