NUEVA YORK Internacionales - 

Fiscales en EEUU revisan casi 5.000 condenas

Cuando las condenas por asesinato de tres hermanastros fueron anuladas el mes pasado, su caso se convirtió en un ejemplo dramático de una idea que gana terreno entre fiscales de todo el país: la creación de "unidades de integridad" para revisar cuidadosamente las sentencias y determinar si se hizo justicia.

En los últimos siete años, una decena de procuradurías en diversas partes de Estados Unidos han creado equipos o paneles de expertos para hacerse cargo de los reclamos sobre condenas injustas. Los grupos han aceptado revisar 4.900 casos, y hasta el momento se han anulado 61 condenas, de acuerdo con un recuento basado en entrevistas, informes de fiscales y e historias en la prensa.

Las iniciativas están encaminadas desde Nueva York en el noreste hasta el condado de Santa Clara, California, en el suroeste, y de Chicago a Dallas, impulsadas por los temores crecientes acerca de condenas erróneas en un país donde se han registrado en promedio 68 exoneraciones al año desde 1999.

"Lo que hemos visto en los últimos 15 años, creo que ha estremecido a la mayoría de los fiscales hasta la médula. Teníamos que responder", dijo Scott McNamara, fiscal del condado neoyorquino de Oneida. Su comité de revisión, creado hace un año, ha visto tres casos hasta el presente.

Mientras los defensores de las revisiones ven en ellas intentos de reparar posibles injusticias, algunos abogados defensores las toman con pinzas, temerosos de que se trate de intentos de endurecer las penas.

"Unidad de integridad de las condenas es un nombre bonito, pero tienen que responder algunas de estas preguntas", dijo Barry Scheck, un cofundador del Proyecto Inocencia, que promueve las exoneraciones.

Desde hace mucho tiempo la policía y los fiscales apoyan las exoneraciones sin contar con comisiones especiales. Pero desde que el fiscal de Dallas, Craig Watkins, creó una unidad en 2007, ésta ha liberado a 33 personas, revisado más de 400 casos y servido de inspiración a otras fiscalías. Las de Filadelfia y Cleveland siguen el ejemplo desde abril.

Los fiscales reconocen que es una función a la que no están habituados.

"¿Por qué lo hacemos?", preguntaban al principio los fiscales en Santa Clara, recuerda el procurador adjunto David Angel, quien encabeza la comisión allí. Su respuesta es que si el sistema de justicia penal falla, "tenemos que ocuparnos de salvar ese error".

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