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Grave problema de contrabando de antigüedades en EU

MIAMI (AP). Hace tres años, un arqueólogo italiano paró su camioneta en un parque del sur de la Florida, listo para vender esmeraldas de 2,500 años robadas en Sudamérica. El hombre, Ugo Bagnato, no sabía que su cliente potencial era un agente del gobierno.

Bagnato mostró las gemas verdes, del tamaño de piezas de dominó, y explicó que había sobornado a funcionarios sudamericanos y usado documentos falsos para ingresar ilegalmente la mercancía a Estados Unidos.

Las autoridades descubrieron que Bagnato tenía en su poder más de 400 artefactos precolombinos de Perú y Colombia: sudarios, joyas, vasijas de terracota y otros objetos guardados en cajas.

Bagnato fue arrestado y acusado de venta de bienes robados. Se declaró culpable y fue deportado.

Fue uno de los casos de contrabando de antigüedades más sonados de Estados Unidos, país donde la venta ilegal de objetos antiguos traídos del exterior está en aumento: mientras que en el año fiscal del 2006 se procesaron 63 casos, en el del 2007, que está a punto de concluir, hubo 134.

Esos saqueos privan a los países no solo de sus tesoros, sino de su herencia cultural, al tiempo que anulan valiosas oportunidades de investigación, según los arqueólogos.

"La cultura de una nación no está en venta. Estos no son recuerdos a ser exhibidos en la casa de alguien", expresó Anthony Mangione, agente especial a cargo de la oficina de Miami del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (conocido como ICE, por sus siglas en inglés).

Eso, sin embargo, es exactamente lo que está sucediendo, ya que objetos de todo el mundo entran clandestinamente a Estados Unidos y son vendidos por intermediarios, a través de eBay o, como en el caso de Bagnato, desde una camioneta.

Ha habido varios casos recientes:

_ Las autoridades repatriaron a mediados de septiembre unos mil objetos robados en Irak. El 7 de junio del 2001, por otra parte, agentes del ICE recibieron información de que Christies estaba a punto de rematar en Nueva York un objeto robado de un templo babilonio. Las autoridades confiscaron el objeto y comprobaron que había sido robado junto con otros artefactos del Museo de Bagdad y otros sitios al finalizar la primera Guerra del Golfo.

_ En mayo fueron confiscados en Tucson cuatro toneladas de fósiles procedentes de Argentina, incluidos huevos de dinosaurios de hace 200 millones de años. Las autoridades dijeron que los objetos habían sido enviados a Estados Unidos por una corporación argentina. No hubo arrestos, pero los fósiles fueron enviados de vuelta a Argentina.

_ En febrero fue arrestado un piloto del ejército acusado de robarse 370 artefactos del Museo Ma'adi de El Cairo y de venderlos a un comerciante de Texas en 20,000 dólares. Los artefactos eran del 3,000 a.C., si no más antiguos. El piloto, Edward George Johnson, se declaró culpable y espera ser sentenciado.

"Es un mercado que responde a la demanda de todo tipo de antigüedades, la cual sube constantemente", expresó Robert Sharer, conservador de la sección de las Américas del Museo de la Universidad de Pensilvania en Filadelfia.

Uno de los componentes de este cuadro es el hecho de que en muchas regiones pobres de Latinoamérica, el Medio Oriente y Africa hay gente dispuesta a saquear sitios arqueológicos para vender lo que encuentren.

"Están desapareciendo muchos objetos", dijo Edouard Planche, funcionario de la UNESCO con sede en Francia. "Y los países pobres tienen menos posibilidades de controlar el contrabando".

Muchos objetos robados son interceptados en los puertos de Estados Unidos.

Los encuentran en valijas o escondidos en otros sitios. Los agentes a veces reciben datos de informantes, o los detectan cuando son ofrecidos en eBay.

Si un agente sospecha de algo, llama a un experto.

Carol Damian, directora interina del Museo de Arte Frost de la Universidad Internacional de la Florida en Miami, dijo que la han llamado muchas veces en los últimos años para examinar objetos precolombinos traídos de contrabando.

A veces los objetos son falsos, pero de vez en cuando son tesoros de un valor incalculable.

Una vez, a fines de la década de 1990, se le pidió que estudiase 15 cajas traídas de Perú y en ellas halló momias, cabezas encogidas y oro.

"Es el pasado, algo exótico, misterioso", dijo Damian.

A menudo es difícil llevar estos casos a los tribunales porque cuesta demostrar que una persona o firma adquirió objetos robados a sabiendas.

"No es fácil demostrar que hubo intención delictiva", comentó Joseph Cangro, experto del ICE.

La Asociación de Museos dispuso que todos los museos y galerías se aseguren de que los objetos que adquieren no son robados y pongan a disposición del público los documentos sobre el origen de cada artefacto. Algunos museos acordaron incluso devolver objetos que supuestamente fueron robados.

"Cada objeto representa un edificio, una tumba o una construcción, y la destrucción total de toda la información que esos sitios pueden suministrar", manifestó Karen Olsen Bruhns, profesora emérita de antropología de la Universidad Estatal de San Francisco.