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Haití recibe con frustración a ex presidentes de EU

PUERTO PRINCIPE (AP) — El ex presidente estadounidense Bill Clinton devolvió a su par haitiano Jean-Bertrand Aristide al poder y su sucesor George W. Bush lo transportó fuera del país tras un golpe de estado: el lunes, ambos ex mandatarios visitarán Haití en momentos en que el desparejo operativo de asistencia humanitaria saca a relucir las diferencias políticas en el país caribeño.

Ambos ex gobernantes estadounidenses encabezan una campaña de recaudación de fondos en respuesta al terremoto que devastó Haití el 12 de enero. Clinton y Bush, a encargo del presidente Barack Obama, efectuarán una visita de un día en la que evaluarán las necesidades para la recuperación del país caribeño.

Los recuerdos emotivos de las políticas de Clinton y Bush hacia Haití se mezclan con la frustración suscitada por las deplorables condiciones de vida en el país, donde campea la pobreza.

Partidarios del depuesto presidente Jean-Bertrand Aristide tienen programadas protestas para el lunes a fin de exigir el regreso de su dirigente exiliado y un aumento de la asistencia para 1,3 millones de damnificados.

"Llevaremos nuestro mensaje a los (ex) presidentes de que nuestra situación aquí no es buena. La forma como vive la gente en Haití no es correcta", dijo Fanfan Fenelon, residente de 30 años de la barriada de Bel Air.

Bush efectuará el lunes su primera visita a Haití. Clinton, quien es enviado especial de las Naciones Unidas para ese país, ha viajado allí en dos ocasiones desde el terremoto y cinco veces en total en los últimos dos años. También estuvo en el país caribeño cuando era presidente.

Ambos llegarán a un país que lucha por alimentar y dar albergue a las víctimas del terremoto de magnitud 7, en el que murieron unas 230.000 personas. Cientos de miles viven aún en campamentos peligrosos, algunos de los cuales incluso se inundaron antes de la temporada de lluvias de abril.

El gobierno del presidente René Preval ha criticado lo que describe como la falta de responsabilidad de las organizaciones no gubernamentales. Por su parte, las autoridades haitianas han sido acusadas de ineficiencia y corrupción.

El martes, un grupo de defensores de derechos humanos de Haití y Estados Unidos solicitarán a la Organización de los Estados Americanos que investigue por qué la asistencia de 2.200 millones de dólares no ha alcanzado para ayudar a más gente.

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