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Huracán Jimena causa inundaciones y daños a casas

PUERTO SAN CARLOS ( AFP ). El huracán Jimena, con vientos de 155 km/h y grado de peligrosidad " fuerte ", tocó tierra este miércoles en la península de Baja California Sur, en el Pacífico mexicano, donde se registraban daños en viviendas, caída de árboles y postes e inundaciones.

" La mayor parte del cuerpo del huracán ya está en tierra " a la altura de Puerto San Carlos, en la porción centro-sur de la extensa península de Baja California, dijo vía telefónica a la AFP Mónica Jiménez, del SMN.

Según el último boletín del SMN, Jimena registraba vientos de 155 km/h y rachas de 195 km/h, categoría 2 en la escala Saffir-Simpson (de 5) y avanzaba a una velocidad de 20 km/h en dirección nor-noroeste en las inmediaciones de la isla Magdalena, considerada reserva natural y escasamente poblada.

Para el SMN, el centro (ojo) del huracán " es lo menos relevante " ya que el semicírculo nor-oriental, donde está concentrado la mayor parte del poderío del fenómeno, " está en tierra sobre la península, afectándola con toda su fuerza ", según el último boletín del SMN.

El pronóstico señala que el grueso del huracán seguirá bordeando la costa de Baja California, dominada por un conjunto de islas escasamente habitadas y que ya se encontraban en alerta, antes de internarse definitivamente en tierra en las inmediaciones de San José de Gracia, con poco más de 150 habitantes y localizada a unos kilómetros de la costa del Pacífico.

El Puerto de San Carlos fue azotado por intensas lluvias y viento desde la noche del martes, lo que dejó decenas de casas destruidas, calles indundadas, cortes de luz, teléfono y agua potable, y árboles, postes y cartelones caídos, constató un equipo de la AFP.

" Estábamos mi esposo y mis dos niñas de tres años y 11 meses en la casa cuando me cayó toda la casa, nos refugiamos en el baño, pero el viento arrancó también la puerta de madera ", dijo a la AFP, Paola Torres de 21 años, al narrar la noche de terror que pasó en Puerto San Carlos.

Esta localidad, de poco más de 4,000 habitantes, lucía desierta el medio día del miércoles, con la mayor parte de sus pobladores refugiados en dos escuelas habilitadas como refugios, aunque algunos empezaban a salir, aprovechando la relativa calma que da el ojo del huracán, para observar los daños en sus casas.

Jimena, que fluctuó a la categoría máxima de 5 al registrar vientos de 250 km/h, ha ido perdiendo fuerza a medida que se acercó a tierra y se espera que al internarse definitivamente en la penínusula lo haga en categoría 1, con vientos de 140 km/h, según las previsiones meteorológicas.

En el exclusivo balneario de Los Cabos, frecuentado mayormente por turistas estadounidenses y afectado indirectamente por Jimena con fuertes lluvias y viento, los comercios empezaban a reabrir sus puertas y algunos habitantes y turistas ya paseaban por las calles con un cielo despejado, constató un periodista de la AFP.

Al menos 2,000 turistas extranjeros abandonaron entre el lunes y martes Los Cabos y 15,000 de los 20,000 habitantes que radican en zonas de alto riesgo habían sido evacuados o abandonaron sus hogares.

El gobierno federal declaró el martes la emergencia en los municipios de Los Cabos, La Paz (capital estatal) y Comondú, donde se ubica Puerto San Carlos, y la extendió más tarde a los cinco distritos del estado para activar los mecanismos de " ayuda inmediata " a los habitantes que resulten damnificados.

La declaración de emergencia, solicitada por el gobierno estatal, permitirá contar con recursos federales " para atender las necesidades alimenticias, de abrigo y de salud de la población que resulte afectada ", señaló la secretaría de Gobernación (Interior) en un comunicado.

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