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Inseguridad y violencia en cárceles de menores en Nueva York

Las cárceles de menores de la ciudad de Nueva York son extremadamente violentas e inseguras, los guardias infringen habitualmente los derechos constitucionales de los adolescentes y los someten al "uso rampante de la fuerza innecesaria y violenta", según un informe del gobierno federal dado a conocer el lunes.

El informe, resultado de dos años de investigaciones del Departamento de Justicia sobre la violencia en tres cárceles para menores en Rikers Island, recomienda reformas profundas en casi todos los aspectos del trato que reciben los jóvenes reos.

Los problemas sucedidos entre 2011 y 2013 en la isla probablemente son válidos también para las cárceles de adultos, como la mala capacitación del personal, investigaciones deficientes, estructura administrativa ineficaz y recurso excesivo al encierro en solitario, en particular para enfermos mentales.

"Es un lugar donde la fuerza bruta es el primer impulso en lugar del último recurso; donde se responde a insultos verbales con lesiones físicas; donde abundan las golpizas y falta la rendición de cuentas; y donde perdura una cultura de la violencia al tiempo que impera un código de silencio", dijo el fiscal federal de Manhattan, Preet Bharara, en conferencia de prensa.

En casos anteriores investigados por la división de derechos civiles del Departamento de Justicia, las autoridades federales colaboraron con funcionarios locales para reformar las prisiones, reservándose el derecho de demandar si consideran que no se realizan las reformas.

El alcalde Bill de Blasio ha prometido reformar el segundo sistema penitenciario de la nación, que tiene un promedio 11.500 presos en cualquier momento dado. En marzo, designó a Joseph Ponte, un jefe penitenciario de Maine con fama de reformador.

Los fiscales reconocieron que De Blasio y Ponte heredaron muchos problemas, que perduran desde hace años a pesar de algunos débiles intentos de reformas emprendidos durante los últimos años de la alcaldía de Michael Bloomberg.

Bharara dijo el lunes que se sentía optimista, dadas las declaraciones públicas de Ponte y De Blasio de que el gobierno municipal tomaría medidas inmediatas para aplicar las más de 70 reformas planteadas en el informe.

Pero el tema reiterado a lo largo de las 80 páginas del informe es la violencia que impera en las tres instalaciones de Rikers para menores de 16 a 18 años.

El asesor consultado por los fiscales federales dijo que en su estudio de cientos de sistemas penales jamás vio tal cantidad de golpes en la cabeza, empleo de la fuerza y tanta violencia perpetrada entre los mismos presos.

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