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Israelíes matan a cuatro agresores palestinos

Agresores palestinos llevaron a cabo cinco ataques en Jerusalén y Cisjordania el sábado, indicaron las autoridades, parte de un estallido de violencia de un mes de duración que no cede.

Los disturbios ocurrieron pese a las nuevas medidas de seguridad que han impuesto tropas y puntos de revisión en torno a los vecindarios palestinos en Jerusalén oriental. Al menos cuatro agresores murieron.

En Jerusalén, donde se ha registrado la mayor cantidad de hechos violentos, la portavoz policial Luba Samri dijo que un palestino de 16 años sacó un cuchillo ante varios agentes el sábado cuando éstos se le acercaron y le pidieron su identificación después de que un transeúnte dijera que se comportaba de forma sospechosa. La vocera añadió que los agentes abrieron fuego y mataron al adolescente después de que intentara atacarlos.

El incidente se produjo cerca del lugar donde dos hombres palestinos subieron a un autobús esta semana y atacaran a los pasajeros con disparos y puñaladas. Mataron a dos.

Poco después, otro agresor trató de apuñalar a un policía en las afueras de Jerusalén, pero asestó en el chaleco antibalas y no lo hirió. El hombre fue herido de bala. La policía informó que cuando un policía enfrentó al agresor, éste sacó un segundo cuchillo e intentó atacarlo. Tras ello fue muerto a tiros.

Los otros tres ataques con arma blanca del sábado sucedieron en la ciudad cisjordana de Hebrón, un punto frecuente de conflicto donde unos pocos cientos de judíos viven cerca de decenas de miles de palestinos.

En el primer incidente, el ejército de Israel señaló que un peatón israelí mató a disparos a un palestino que intentó apuñalarlo. Más tarde, una mujer palestina apuñaló a una agente en una base de la policía fronteriza en Hebrón antes de que la agente la abatiera a tiros, afirmó la policía. La agente sufrió heridas leves en la mano.

Por la noche, el ejército indicó que un soldado fue apuñalado y herido levemente antes que su agresor fuera baleado. Se desconocen detalles sobre su estado de salud.

Ocho israelíes murieron en ataques palestinos en el último mes, la mayoría apuñalados. En ese periodo, 40 palestinos fallecieron por fuego israelí, incluidos 19 considerados como agresores por Israel y el resto en choques con tropas israelíes.

Israel ha tomado pasos sin precedentes en respuesta a los ataques. Ha desplegado soldados en ciudades israelíes y ha levantado barreras de concreto en torno a algunos barrios árabes de Jerusalén del este, donde se originaron la mayoría de los ataques. Además, cada vez más ciudadanos comunes van armados.

El sábado, los controles carreteros en las afueras de los vecindarios árabes causaron enormes congestionamientos viales, y algunos conductores molestos indicaron que tenían varias horas esperando. En el extremo del vecindario Issawiye, los conductores sonaron la bocina a un grupo de policías israelíes y a la policía paramilitar fronteriza que se tomaban su tiempo en la revisión de autos y les pedían a algunos de los jóvenes palestinos que se levantaran sus camisetas para mostrar que no se encontraban armados.

Los palestinos dijeron que los controles carreteros son un castigo colectivo y no logran desalentar a los agresores dado que, después de todo, aquellas personas con malas intenciones tratarían de llegar a los barrios judíos por caminos de terracería.

"La gente está muy molesta", comentó Emad Obeid, un taxista de 30 años. "Esto sólo causará nuevos ataques".

La mayoría de los ataques contra israelíes fueron obra de palestinos sin lazos conocidos con grupos armados, en muchos casos aparentemente inspirados por mensajes en las redes sociales.

Los ataques diarios han sembrado el pánico en Israel y planteado el temor a que la región esté al borde de otra ronda de violencia intensa.

Los disturbios comenzaron el mes pasado con el año nuevo judío, alimentados por los rumores sobre que Israel se preparaba para tomar el control de la Explanada de las Mezquitas, el lugar de culto más disputado de Jerusalén y considerado sagrado tanto por musulmanes como por judíos.

Los judíos lo conocen como Monte del Templo. Los musulmanes lo consideran el tercer santuario más sagrado del islam y es además un símbolo nacional clave para los palestinos.

Israel ha negado las versiones y ha afirmado que no tiene planes de cambiar la situación en el lugar, donde a los judíos se les permite el acceso, pero no orar. El temor de los palestinos deriva de un creciente número de judíos que visitaron el complejo en los últimos meses, especialmente durante feriados religiosos, animados por grupos activistas judíos y miembros del gobierno.

El presidente palestino Mahmud Abás ha intentado desactivar la tensión diciendo que la violencia no va en interés de los palestinos y ordenado de forma interna a sus fuerzas de seguridad que reduzcan las fricciones, pero Israel le acusa de incitar a la violencia al afirmar que no condenó los ataques contra israelíes y los acusó falsamente de matar a un niño palestino que apuñaló a otro niño israelí. El adolescente se recupera en un hospital de Israel.

Varios palestinos incendiaron el viernes un lugar en Cisjordania venerado por algunos judíos como la tumba del patriarca bíblico José. El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, condenó el ataque y afirmó que los extremistas intentan convertir el conflicto actual en una cuestión religiosa.

Muchos de los atacantes han sido jóvenes palestinos y un comandante de la policía local en Jerusalén rogó el sábado a sus padres contenerlos.

"Hago un llamado a los padres para que se hagan responsables de sus hijos y nos informen, a la policía, de algún comportamiento inusual", dijo Haim Shmueli.

Más tarde el sábado, cientos de activistas pacíficos israelíes y palestinos marcharon por las calles de Jerusalén, al tiempo que coreaban "los judíos y los árabes se niegan a ser enemigos".

"Venimos aquí para mostrar que los judíos y los árabes, israelíes y palestinos, pueden unirse y avanzar hacia una política distinta, una política de una paz justa, de independencia para nuestros dos pueblos", dijo Uri Weltmann, un activista social y profesor de Haifa.

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La periodista de The Associated Press Karin Laub en Jerusalén contribuyó a este despacho.

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