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Italia vota entre un giro a la derecha y el riesgo de parálisis

Los italianos votaban este domingo en unas de las elecciones más inciertas de su historia reciente, en las que la coalición derechista liderada por un resucitado Silvio Berlusconi parte con ventaja frente a los antisistema del Movimiento 5 Estrellas (M5S).

La indecisión reina entre gran parte de los más de 46 millones de votantes, que serán claves para el futuro de la tercera economía de la Unión Europea, que está saliendo a duras penas del estancamiento.

Los centros de votación abrieron a las 7H00 (6H00 GMT) y permanecerán abiertos hasta las 23H00 (22H00 GMT) para elegir 630 diputados y 315 senadores. Dada la complejidad del nuevo sistema electoral, se espera tener una idea clara de la composición del Parlamento muy tarde en la noche entre el domingo y el lunes.

A la salida de las mesas electorales, muchos votantes expresaban su amargura, al final de una campaña dominada por temas como la inmigración, la inseguridad y millonarias promesas económicas imposibles de cumplir, además de agresiones e insultos entre militantes neofascistas y antifascistas, algo que no se veía desde los años 80.

"Esta campaña fue compleja y bastante sórdida, incluida la del partido por el que voté", dijo Mirko Canali, un peluquero de 24 años, militante del Partido Demócrata (PD, centro izquierda) del gobierno saliente.

Si se confirman las últimas proyecciones, de hace 15 días, la coalición formada por el partido de Berlusconi, Forza Italia, los xenófobos de la Liga Norte y los neofascistas de Hermanos de Italia no lograría la mayoría absoluta y tendría que negociar con otras formaciones para poder gobernar.

Según los expertos, el umbral para obtener la mayoría de los escaños se sitúa entre el 40 y 45% de los sufragios con el nuevo sistema electoral, un verdadero laberinto que combina el voto proporcional con el mayoritario.

La alianza liderada por el magnate y tres veces primer ministro Berlusconi, de 81 años, lograría, según los sondeos, entre el 35 y el 37% de los votos, un porcentaje insuficiente para gobernar.

Berlusconi, con un 17%, pugna dentro de su misma coalición con la Liga Norte de Matteo Salvini (13%), que ha irrumpido con fuerza como una formación ultranacionalista y euroescéptica, siguiendo el modelo del Frente Nacional francés de Marine Le Pen.

Una victoria de Salvini, que prometió la expulsión de 600.000 inmigrantes y cerrar las fronteras, pondría a temblar a buena parte de Europa. Mientras Berlusconi, inhabilitado para el cargo debido a una condena por fraude fiscal, intenta tranquilizarla proponiendo como primer ministro al presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani.

No se descarta la posibilidad de que Italia sea gobernada por un líder abiertamente de extrema derecha, que recoge parte del descontento y malestar de los italianos.

Matteo Renzi, líder del PD, quien sale políticamente muy desgastado de la contienda electoral, invitó "a los votantes de la izquierda más radical y también a los moderados a votar por el Partido Democrático (PD centroizquierda)" para que "este país no caiga en manos de Matteo Salvini", advirtió.

La situación es compleja para la gobernante coalición de centro-izquierda, con 27,4% de las intenciones de voto, y para el otrora mayor partido de Italia, el PD, situado en el 22,9%.

"Personalmente veo mucha confusión, se ha perdido el rumbo", comentó el sábado a la AFP Giuseppe, oriundo del sur de Italia, mientras otro grupo de jóvenes se dijeron indecisos.

Segura de su victoria, la formación antisistema Movimiento 5 Estrellas, que participa en solitario y se negó a pactar alianzas, presentó a los 17 ministros "intachables" de su futuro gobierno.

"Se acabó la fase en la que estábamos en la oposición y ahora vamos a gobernar", lanzó el viernes el joven Luigi Di Maio, candidato con sólo 31 años al cargo de primer ministro.

"Yo quiero castigar a esa clase política corrupta y mentirosa que nos ha gobernado hasta ahora y por eso voto por el M5E", dijo sin revelar su nombre un médico romano.

Los indignados "a la italiana", sin ideología, apoyados sobre todo por jóvenes dispuestos a quebrar la tradicional bipolaridad entre derecha e izquierda, están dispuestos a gobernar por primera vez el país en caso de lograr la hazaña de superar el 40%.

Más de un millón y medio de italianos que residen en América Latina, entre ellos 800.000 en Argentina, fueron llamados a votar. Se trata de la cuarta vez que los italianos residentes en el exterior, cerca de 4 millones, ejercen ese derecho, concedido en 2001.

FUENTE: AFP