Las autoridades de Kosovo destruyeron más de 2.000 armas cortas y fusiles como parte de una campaña para incrementar la seguridad en el país balcánico.
Las armas, en su mayoría pistolas, fusiles de francotirador y automáticos AK-47 fueron arrojadas a una fundición en el centro de Kosovo y fundidas para fabricar tapabocas de tormenta.
Las armas, incautadas en operativos policiales o utilizadas para cometer delitos, se encontraban en depósitos judiciales. En Kosovo abundan las armas de la guerra de 1998-99 con Serbia y muchas están en poder de civiles a pesar de que su posesión es ilegal.
Los albaneses de Kosovo libraron una guerra separatista y declararon la independencia en 2008, que Serbia no reconoce.
El territorio era parte de Yugoslavia, un país que se desintegró en una serie de guerras étnicas en los 90.
FUENTE: AP