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Líder extremista iraquí se niega a seguir órdenes

Encabezó una campaña de explosiones sin tregua contra los civiles iraquíes, orquestó osadas fugas de compañeros milicianos y amplió el alcance de su organización islamista radical hasta la vecina Siria.

Aunque su nombre puede no ser familiar, la misteriosa figura conocida como Abu Bakr al-Bagdadi ha surgido como uno de los líderes terroristas más letales del mundo. Es un renegado dentro de al-Qaida cuyos rasgos rebeldes hicieron que la dirigencia de la red terrorista se distanciara de él y profundizara una rivalidad entre sus organizaciones.

El Estado islámico de Irak y el Levante de Al-Bagdadi es el principal motor de la violencia desestabilizadora en Irak y hasta hace poco era la principal filial de al-Qaida allí. El mando general de al-Qaida rechazó formalmente al grupo esta semana, al decir que "no es responsable por sus acciones".

Al-Bagdadi asumió el liderazgo de la principal franquicia de al-Qaida en Irak luego de una incursión conjunta estadounidense-iraquí en abril de 2010 en la que murieron los dos principales personajes del grupo terrorista en Irak en su guarida cerca de Tikrit, la ciudad natal del derrocado dictador Saddam Hussein. El vicepresidente norteamericano Joe Biden calificó en su momento el asesinato de Abu Omar al-Bagdadi y Abu Ayyub al-Masri como "un golpe potencialmente devastador" a al-Qaida en Irak.

Pero, como ha ocurrido en el pasado, al-Qaida en Irak ha demostrado su resistencia. Bajo el liderazgo de al-Bagdadi, se ha recuperado hasta hacerse más fuerte de lo que era antes de que él se hiciera cargo.

El hombre ahora conocido como al-Bagdadi nació en 1971 en Samarra, unos 95 kilómetros (60 millas) al norte de Bagdad, de acuerdo a una lista de sanciones de las Naciones Unidas. Eso lo convertiría en un hombre de 42 o 43 años.

Al-Bagdadi es el nombre de guerra de un hombre identificado como Ibrahim Awad Ibrahim Alí al-Badri al-Samarrai. Washington ofrece una recompensa de 10 millones de dólares por información que conduzca a su muerte o captura.

Se cree que ha estado operando desde el interior de Siria en los últimos meses, aunque no se sabe su paradero actual. El portavoz del Ministerio del Interior iraquí Saad Maan Ibrahim dijo que las autoridades creen que estaba en la provincia iraquí de Saladino, al norte de Bagdad, hace apenas tres semanas, pero se mueve con frecuencia para no ser capturado.

Lo poco más que se sabe públicamente sobre al-Bagdadi proviene de una breve biografía publicada en julio por su propio grupo terrorista. Sus afirmaciones no pudieron ser corroboradas de forma independiente.

De acuerdo con esa versión, al-Bagdadi es un predicador casado que obtuvo un doctorado de la Universidad Islámica de Bagdad, el principal centro de la capital iraquí para estudios clericales suníes. La biografía lo vinculaba a varias tribus prominentes y dijo que viene de una familia religiosa, de acuerdo con una traducción hecha por el Grupo de Inteligencia SITE, que vigila sitios extremistas.

Saltó a la fama como un defensor del movimiento yihadista salafista, que aboga por la "guerra santa" para instaurar una versión estricta y sin concesiones de la ley islámica, o sharia, en Samarra y la vecina provincia de Diyala.

La biografía lo vinculaba a la mezquita de Samarra del Imam Ahmed bin Hanbal, que de acuerdo a un residente que habló bajo el anonimato por temor a represalias, era un centro clave para la toma de decisiones de al-Qaida en 2005 y 2006.

Samarra, al igual que Diyala un semillero para la actividad de al-Qaida, fue el escenario donde hicieron volar el santuario chií de al-Askari en 2006. Ese ataque fue atribuido a al-Qaida y desencadenó años de derramamiento de sangre por represalias entre extremistas suníes y chiíes.

El liderazgo de al-Bagdadi de la operación iraquí de al-Qaida coincidió con el último año y medio de la presencia militar estadounidense en Irak. La retirada de las fuerzas de combate norteamericanas en diciembre de 2011 dejó a Irak con un vacío de seguridad que él logró explotar.

"Al-Bagdadi ha logrado una notable recuperación y nuevo crecimiento en Irak y la expansión hacia Siria. Al hacerlo, se ha convertido en una suerte de celebridad entre la comunidad yihadista global", dijo Charles Lister, analista de Brookings Doha Center.