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Migrantes cubanos frustrados por falta de acuerdo para salir de Costa Rica

Migrantes cubanos varados en Costa Rica expresaron este jueves su frustración por una fallida negociación diplomática que les habría propiciado la apertura de la frontera de Nicaragua, cuyo cierre truncó su esperanza de seguir su camino a Estados Unidos.

La paciencia se acaba para los casi 3.000 isleños albergados en colegios, iglesias y centros comunales cerca de la frontera norte costarricense, en espera de una solución al drama que viven desde que Nicaragua les cerró su frontera el 15 de noviembre.

"Fue frustrante, todo el mundo está tenso. Aquí nos están tratando bien, pero tenemos la vida frenada, no podemos trabajar y tenemos que ayudar a nuestras familias que quedaron atrás" en Cuba, declaró a la AFP el veterinario Zelín Tamayo, de 45 años, de la ciudad oriental de Camagüey.

Tamayo está con su esposa Caroline de Armas y otros 300 cubanos en un albergue improvisado en el Colegio Experimental Bilingüe de La Cruz, a 20 kilómetros de la frontera con Nicaragua.

Su frustración nace de la expectativa que despertó una reunión celebrada el martes en El Salvador entre altas autoridades de países por donde pasan los migrantes cubanos, entre Ecuador y México, que terminó sin acuerdo por la reiterada negativa de Managua a dejarlos pasar por su territorio.

"Confiábamos en que Nicaragua nos dejaría pasar, hay una relación histórica entre Cuba y Nicaragua, no esperábamos que nos trataran así" lamentó De Armas.

En el colegio en la localidad de La Cruz, cada espacio bajo techo tiene una colchoneta de espuma en el piso donde duermen los migrantes. Una batería de baños químicos y unas duchas protegidas con láminas de plástico fueron instaladas por autoridades locales para su higiene.

En el patio, sobre una fogata, uno de los migrantes se ocupa de cocinar arroz y vegetales para el almuerzo del día.

"Yo dejé un hijo de tres años y una mujer con siete meses (de embarazo). A medida que pasan los días, lo poquito que les dejé se va acabando, tengo que llegar a Estados Unidos para ponerme a trabajar cuanto antes", expresó a AFP Yoan Rivera Domínguez, un artesano de la madera.

"Hay total desesperación entre nosotros porque no sabemos nada, no tenemos idea hasta cuándo nos tendremos que quedar aquí.

Para Olga Pérez, quien viajó con una hermana, un cuñado y dos sobrinos, la continuación del viaje es urgente.

"Necesitamos salir, si nos pudieran poner un barco para no tener que atravesar Nicaragua, algunos podríamos pagar algo", sugirió Pérez, que dejó dos hijos en Camagüey mientras su esposo la aguarda en Miami.

"Tenemos esperanza en que los gobiernos resuelvan algo, hay que tener paciencia. Gracias a Dios y gracias a Costa Rica que nos está ayudando", comentó.

FUENTE: AFP