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Motín en cárcel de Sao Paulo acaba sin rehenes ni heridos, dicen autoridades

El motín en una cárcel de Sao Paulo con graves problemas de hacinamiento en el que un grupo de presos prendió hoy fuego a uno de los sectores del local terminó sin rehenes ni heridos, informaron fuentes oficiales.

Varios reclusos iniciaron esta mañana "un acto de indisciplina" en el Centro de Detención Provisional Pinheiros I, ubicado en la zona oeste de la capital paulista, según señaló la Secretaría de Administración Penitenciaria regional en un comunicado.

Según imágenes divulgadas por medio locales, los reclusos en rebeldía provocaron un fuego considerable que alimentaron con los colchones de las celdas, las sábanas y otros objetos.

Las autoridades no esclarecieron los motivos del incidente y únicamente indicaron que "no hay rehenes y por el momento, no hay informaciones sobre heridos".

El centro Pinheiros I tiene capacidad para acoger a 521 detenidos, pero en estos momentos alberga a 1.383 personas a la espera de un juicio y una condena en firme que defina su futuro, de acuerdo con datos oficiales del Gobierno de Sao Paulo.

Fuerzas especializadas de la Secretaría de Administración Penitenciaria entraron en la unidad "para restablecer el orden", mientras que unidades del cuerpo de bomberos apagaron el incendio.

El local, de régimen cerrado, fue inaugurado el 28 de enero de 2003 y ocupa un área de 4.000 metros cuadrados cerca de la Marginal Pinheiros, una de las principales vías que atraviesa Sao Paulo, la mayor ciudad de Brasil.

El centro solo alberga a detenidos de manera provisional, que en Brasil representan alrededor del 30 % del total de la población carcelaria e incluso en algunos estados del país los internos a la espera de un juicio representan hasta el 82 %.

En el primer mes del año, Brasil vivió uno de los episodios más trágicos de su historia carcelaria con sangrientas matanzas en prisiones de los estados de Amazonas, Roraima y Rio Grande do Norte, las cuales dejaron un balance de cerca de 150 muertos.

Las reyertas fueron protagonizadas en su mayoría por reclusos de diferentes facciones criminales, las cuales mostraron la gran influencia que tienen en el interior de las unidades y evidenciaron la inseguridad y las malas condiciones del sistema penitenciario.

En 1992, la cárcel de Carandirú, en Sao Paulo, fue el escenario de la mayor masacre carcelaria de la historia de Brasil.

La matanza se inició por un motín en el pabellón nueve de ese presidio, el mayor de Brasil en la época, que albergaba a cerca de 8.000 internos hacinados y en condiciones insalubres.

La Policía reprimió el motín con una violencia extrema, disparando a los reclusos cuando muchos de ellos estaban encerrados en sus respectivas celdas.

FUENTE: EFE

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