Cuatro niños murieron cuando un incendio ascendió por unas escaleras de un edificio de apartamentos en un extremo del Lado Sur de Chicago, atrapándolos en sus recámaras y obligando a su madre y al novio de ésta a saltar desde un tercer piso, informaron los bomberos.
La niña de mayor edad, Carlisa Coleman, de 15 años, fue hallada encima de uno de los chicos más pequeños dentro de un armario.
"Parece que intentaba proteger al niño más joven", dijo Larry Langford, portavoz del Departamento de Bomberos de Chicago.
Los nombres de los otros eran Carlvon Cark, de 13 años, Shamaron Coleman, de 11, y Erena Smith, de 7, informó la Oficina Forense del Condado Cook. Dos de ellos fueron hallados en una recámara.
El incendio comenzó poco después de las 3 a.m. dentro de un apartamento del segundo piso en el edificio de 18 unidades ubicado en el vecindario Roseland, lo que provocó que decenas de residentes huyeran a un callejón junto con sus hijos y mascotas. Mientras corrían hacia la fachada de la construcción, algunos vecinos vieron a la mujer y al hombre saltar desde una ventana.
Darlene Jones, de 31 años, que vivía en el segundo piso, dijo que su perro Toto la despertó con ladridos incesantes. Indicó que abrió la puerta de su departamento y pudo ver humo y llamas en el apartamento ubicado frente al corredor. Entonces cerró su puerta y corrió por la escalera trasera junto con su hija de 12 años, pero primero ascendió al tercer piso para golpear la puerta de la familia que vivía allí.
Jones señaló que podía escuchar a la mujer en el interior que gritaba: "¡Es en el vestíbulo! ¡Es en el vestíbulo! ¡Es en el vestíbulo!". Se preguntó cómo harían para escapar porque la puerta trasera estaba atorada desde al año pasado. Langford dijo que al parecer el fuego bloqueó la posibilidad de que la familia escapara por cualquier puerta.
Cuando Jones llegó al frente del edificio el tercer piso había sido consumido por el fuego. Vio al hombre y la mujer en el piso pero a ninguno de los menores. "Sabía que los niños no había logrado salir", dijo Jones.
Langford señaló que los detectores de humo colocados en áreas comunes funcionaban pero no había evidencia de que en las unidades afectadas los hubiera.
Dijo que al parecer el fuego se propagó por la escalera hacia el tercer piso y entró al apartamento por la puerta del frente que estaba abierta.
Registros del ayuntamiento indican que el edificio había reprobado dos decenas de inspecciones en los últimos nueve años, entre ellas, unas por no contar con detectores de humo en buenas condiciones en cada departamento, porque había puertas y ventanas rotas, escaleras desvencijadas y la existencia de moho.
La compañía que supervisa el edificio desde julio, J&J Real Estate Management, no hizo comentarios a la espera de una investigación.
Jones, quien dijo que ella y la familia que perdió a los niños habían vivido en el sitio por un año, indicó que en varias ocasiones se quejó por los problemas de la vivienda, entre ellos, que la puerta del apartamento donde comenzó el incendio no cerraba. Agregó que el apartamento sólo estaba ocupado ocasionalmente, mientras que de acuerdo con Langford al parecer nadie se encontraba ahí el lunes.
FUENTE: AP