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OEA discute en privado caso Venezuela en marco de crisis con Panamá

La OEA debatía este jueves una propuesta boliviana de llamado al diálogo y el fin de la violencia en Venezuela, durante una sesión extraordinaria enmarcada en la ruptura de relaciones entre Caracas y Panamá, país que convocó la cita.

Es una "declaración política" para llamar al diálogo, el fin de la violencia y el respeto a los derechos humanos en Venezuela, dijo el embajador mexicano, Emilio Rabasa.

Esta reunión del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) había sido convocada por Panamá para evaluar una propuesta de llamar a una consulta de cancilleres sobre la crisis venezolana.

La iniciativa panameña obtuvo el respaldo de Estados Unidos, pero no parecía lograr un apoyo mayoritario entre las delegaciones de los 34 países de la OEA, reunidos desde las 22H30 GMT, con dos horas de retraso, en la sede del organismo en Washington.

El proyecto de Bolivia fue el único presentado por escrito en la sesión, según varios embajadores y el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza.

"El consejo está enfocado en hacer una declaración (...) fundamentalmente llamando la diálogo, lo que pasa es que van a haber evaluaciones distintas respecto al contenido del diálogo que está ocurriendo ahora" en Venezuela, señaló Insulza.

En un intento por frenar las protestas, el presidente Nicolás Maduro convocó un diálogo nacional, al que asistieron empresarios no afines al gobierno, pero fue boicoteado por el líder opositor Henrique Capriles, que tacha a esa instancia de farsa.

A pesar de que la situación venezolana ha generado posiciones divididas entre los países de la región, el debate en la OEA se dio "bastante tranquilo", afirmó el secretario general.

"Es una reunión calmada, sin insultos", destacó a periodistas la embajadora estadounidense, Carmen Lomellin.

En su intervención, Lomellin afirmó que es "esencial" que los países en la OEA se muestren "firmes" en favor de los "principios de gobernabilidad democrática, respeto a la disensión pacífica, y firme apoyo a la libertad de prensa y a la libertad de expresión" en Venezuela.

La sesión, que inició con retraso mientras las delegaciones decidían mantenerla a puertas cerradas, se prolongaba por más de siete horas, con las delegaciones ultimando los puntos de la declaración.

Mientras, la jornada de protestas en Caracas cerraba con dos muertos más este jueves, con lo que suman 20 fallecidos, casi 300 heridos y decenas de denuncias de violación de derechos humanos, que el gobierno venezolano califica como un golpe de Estado.

El presidente Maduro, sorprendió la noche del miércoles al anunciar que rompió las "relaciones políticas y diplomáticas" y "congeló" los nexos comerciales con Panamá, acusando al gobierno del país centroamericano de propiciar una intervención extranjera por solicitar un debate en la OEA sobre las protestas.

En un encendido discurso el miércoles, Maduro negó el acceso a Venezuela a cualquier misión del organismo multilateral y advirtió que cualquier intento de injerencia de otros gobiernos de América en los asuntos venezolanos será respondido con "fuerza y contundencia".

"A Venezuela no la pisa ninguna delegación de la OEA", sentenció.

A las afueras de la sede de la OEA en Washington, una veintena de manifestantes, en su mayoría venezolanos, pedían al ente regional mediar en un diálogo en el país suramericano y verificar las denuncias de violaciones de derechos humanos.

Insulza dijo que el envío de una misión de la OEA a Venezuela sería "útil", aunque descartó que esté planteada en la sesión.

El miércoles, el secretario general de la OEA había dicho que "no hay razón" para aplicar los instrumentos regionales de restitución democrática, un argumento esbozado por algunos opositores venezolanos, pues a su juicio no observa "una destrucción clara y masiva de la democracia en Venezuela".

Mientras tanto, el asunto venezolano será discutido en una reunión de la Unasur, la próxima semana en Chile, dijo este jueves el presidente ecuatoriano, Rafael Correa.

La situación en Venezuela ya fue discutida informalmente en el Consejo Permanente de la OEA a mediados de febrero.

La crisis venezolana ha generado silencios y la solidaridad explícita de Bolivia, Ecuador, Argentina y Cuba hacia Maduro, frente a las pocas voces críticas de Colombia, Panamá y Chile, que se erigieron tímidamente en defensa de los derechos humanos y la libertad de expresión.

FUENTE: AFP