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Ola de coches bomba en Irak; mueren decenas

BAGDAD, Irak (AP). Una ola de ataques con coches bomba sacudió el lunes los barrios chiíes de Bagdad y la ciudad sureña de Basora, matando por lo menos a 34 personas, dijeron funcionarios iraquíes.

Los ataques fueron los más recientes de un aumento reciente de los atentados que han golpeado tanto a objetivos civiles suníes como chiíes durante la última semana. El derramamiento de sangre ha aumentado el temor de un retorno a la violencia sectaria generalizada de 2006-2007 que llevó al país al borde de la guerra civil.

En la capital iraquí, estallaron nueve coches bomba en las horas punta por la mañana, que mataron a 24 personas e hirieron a 112, de acuerdo con funcionarios de la policía. Las explosiones dañaron paradas de autobús, mercados y calles de las zonas chiíes.

En la ciudad sureña de Basora, estallaron dos vehículos cargados de explosivos _uno cerca de un restaurante y otro en una parada de autobús_ y mataron al menos a 10 personas e hirieron a 27, informaron funcionarios policiales de la ciudad, rica en petróleo.

Nadie se atribuyó de inmediato la responsabilidad de las explosiones, pero tales ataques llevan el sello de al-Qaida en Irak.

Empleados en hospitales de Bagdad y Basora confirmaron los saldos de víctimas. Todos los funcionarios hablaron a condición de guardar el anonimato porque no están autorizados a hablar con la prensa.

Las tensiones se han intensificado en Irak desde que los suníes, la minoría del país, empezaron a protestar contra lo el maltrato que dicen sufrir del gobierno liderado por los chiíes, con acciones que incluyen detenciones al azar y negligencia.

Las protestas, que comenzaron en diciembre, han sido pacíficas en gran medida, pero el número de ataques aumentó considerablemente después del el 23 de abril, cuando hubo un mortal operativo de seguridad contra un campamento suní de protesta en el norte del país.

La mayoría chií controla las palancas del poder en el Irak posterior a Saddam Hussein. Deseosos de reconstruir la nación en lugar de volver a una guerra abierta, los chiíes han restringido en gran parte a sus milicias en los últimos cinco años, mientras grupos extremistas suníes, como al-Qaida, han dirigido ataques ocasionales hacia ellos.