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Oposición venezolana se enfoca por completo en firmas para revocatorio

La oposición venezolana está volcada de lleno en la recolección de millones de firmas que emprenderá en una semana para que se convoque un referendo revocatorio contra el presidente Nicolás Maduro, restando importancia a la postergación de las elecciones de gobernadores.

"No vamos a perder el objetivo. No me voy a distraer en una elección regional cuando tengo frente a mí un proceso de recolección de (cuatro millones de) firmas para que aquí haya cambio de gobierno", dijo este miércoles el excandidato presidencial opositor Henrique Capriles.

Insistiendo en que "toda la energía está en el revocatorio", la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) afina los preparativos para la jornada del 26, 27 y 28 de octubre, último paso del proceso para convocar al referendo.

La consulta popular "está en manos de lo que los venezolanos hagamos (esos tres días) y no de los malabarismos que en los calendarios puedan hacer los agentes electorales del oficialismo", aseguró la MUD en un comunicado.

Sin explicar las razones, Tibisay Lucena, presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), anunció el martes la postergación para 2017 de las elecciones de gobernadores que debían celebrarse a fines de 2016.

La oposición, que acusa al CNE de estar bajo control del gobierno, considera que el aplazamiento se debe a la impopularidad de Maduro, golpeado por la aguda crisis económica del país petrolero.

Según la firma Datanálisis, un 76,5% de los venezolanos reprueba la gestión del presidente, un 62,3% votaría por revocarlo y un 90,5% evalúa negativamente la situación del país.

Por ello la oposición cree que unos comicios podrían darle buena parte de las 23 gobernaciones, 20 de las cuales están actualmente en manos del oficialismo.

Maduro ya había adelantado que no consideraba las elecciones regionales una prioridad ante la urgencia de superar la crisis, que se refleja en una severa escasez de alimentos y productos básicos y una inflación que el FMI proyectó en 475% para este año.

"En las elecciones regionales yo estoy seguro (...) vamos a tener una destacada participación. Creo que ese es el momento en que nos vamos a sacar el clavo", señaló el mandatario la noche del martes en su programa de televisión.

Para los analistas, el gobierno busca ganar tiempo. "Es inaceptable y antidemocrático que un gobierno decida cuándo 'conviene' y cuándo no realizar una elección, despreciando la Constitución", opinó el analista Luis Vicente León.

Con un "voto castigo" para Maduro por la crisis, la MUD ganó en forma aplastante las legislativas de diciembre pasado y controla el Parlamento, por primera vez en 18 años de hegemonía chavista.

Sin explicar el camino legal, el mandatario advirtió que "pudiera ser antes que las circunstancias de la historia nos lleven a una elección para recuperar la Asamblea Nacional".

Pero la oposición insiste en que no perderá el tiempo en lo que considera amenazas y distracciones. Capriles puso como ejemplo de ello el anuncio del gobierno, este miércoles, sobre un decomiso de armas a supuestos opositores.

"No nos distraigamos en otra cosa. Todo es para desorientar, desanimar, es claramente una mayoría la que quiere referendo revocatorio. No tengo ninguna duda de que la respuesta de la próxima semana va a ser masiva", agregó Capriles.

La MUD tiene el enorme reto de superar con holgura una vara que está muy alta: El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) determinó el lunes que la oposición deberá recaudar firmas equivalentes al 20% del padrón electoral de cada uno de los 24 estados, y no sobre el registro nacional.

Con solo un estado que no cumpla la meta, el proceso hacia la consulta quedará anulado, según el fallo del TSJ, al que la MUD acusa de ser un apéndice del gobierno.

El oficialismo ha advertido que buscará cerrar el paso al referendo contra Maduro, elegido en abril de 2013 tras la muerte de su mentor Hugo Chávez y cuyo mandato concluye en enero de 2019.

Pero la oposición asegura que la presión ciudadana obligará a las autoridades a hacer el revocatorio este año, pues si el presidente pierde habría elecciones anticipadas.

Aunque el CNE ya adelantó que, si se cumplen los requisitos, se haría en febrero o marzo de 2017, cuando Maduro, aun revocado, podrá ceder el poder a su vicepresidente.

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