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El PT recurre a la "presión popular" por la candidatura presidencial de Lula

El Partido de los Trabajadores (PT) se valdrá mañana de la "presión popular" para registrar la candidatura presidencial de Luiz Inácio Lula da Silva, que inscribirá pese a que puede ser impugnada por su condición de condenado por corrupción.

El plazo legal para la inscripción de candidaturas de cara a las elecciones de octubre próximo vencerá mañana y el PT ha anunciado que registrará la del exmandatario a última hora, respaldado por miles de activistas de movimientos sociales.

La manifestación será realizada en las inmediaciones del Tribunal Superior Electoral, en el cual se inscribirá oficialmente a Lula como candidato, con el exministro de Educación y exalcalde de Sao Paulo Fernando Haddad como compañero de fórmula.

El PT porfía desde hace meses en la candidatura de Lula, pese a que está preso desde el 7 de abril pasado, después de que una corte de segunda instancia ratificó una condena a doce años por asuntos de corrupción vinculados a los escándalos en la petrolera Petrobras.

Las aspiraciones de Lula tienen un complicado obstáculo jurídico en una ley que él mismo sancionó en 2010, cuando aún gobernaba, la cual establece que una persona con una condena confirmada en segunda instancia no puede aspirar a ningún cargo electivo.

Frente a ese impedimento legal, el PT argumenta que Lula ha sido condenado "sin pruebas", en el marco de una "persecución política" que formaría parte de una supuesta "conspiración de la elite", con el único objetivo de impedir que el exsindicalista vuelva al poder.

Hasta ahora, todas las apelaciones intentadas por Lula han sido rechazadas sistemáticamente en los tribunales, por lo que el PT ha reforzado la "defensa política" de su candidato, aún con la seria posibilidad de que sea impugnado por la Justicia electoral.

En esa "defensa política" se inscriben las manifestaciones que se han anunciado para mañana, que según el PT mostrarán que "el pueblo quiere a Lula presidente" y que negarle la candidatura pondría "bajo sospecha" la "legitimidad" de las elecciones del próximo octubre.

Esa afirmación se fundamenta en que, aún preso, Lula lidera todos los sondeos de cara a los comicios con un 30 % de intención de voto y vencería a cualquiera de sus adversarios en una eventual segunda vuelta.

No obstante, eso dependerá del Tribunal Electoral, que solamente podrá pronunciarse sobre el asunto a partir de mañana, una vez que la candidatura sea registrada, y después de un análisis del caso para el cual no está previsto ningún plazo legal.

A pesar de que el PT sostiene que Lula es su "único candidato", ha elaborado un "plan B", no reconocido oficialmente pero explícito, que implica la inscripción de Haddad como compañero de fórmula.

Esa alternativa plantea que, si Lula fuera efectivamente vetado, Haddad asumiría su puesto en la fórmula y tendría como candidata a vicepresidente a la comunista Manuela D'Ávila, quien por ese acuerdo abdicó de sus propias aspiraciones a la Presidencia.

Hasta ahora, Haddad y D'Ávila no llegan en conjunto a un 2 % de las intenciones de voto, pero el PT apuesta en que, como "validos de Lula", remontarán la cuesta si finalmente asumen la candidatura.

Como paso previo al acto convocado para mañana, hoy llegaron a Brasilia unos 5.000 activistas del combativo Movimiento Sin Tierra (MST), que desde el pasado viernes se desplazaron a pie desde tres ciudades situadas a unos 50 kilómetros de la capital.

Para reforzar la presión en favor de Lula, seis activistas del MST se mantienen en huelga de hambre desde el pasado 31 de julio en Brasilia, para exigir que se reconozca su candidatura y también que sea liberado "inmediatamente" de la cárcel.

Sin embargo, más allá de esa "presión popular", todo dependerá de unos tribunales que hasta hoy le han sido hostiles a Lula, quien aún enfrenta otras cinco causas penales, en su mayoría vinculadas a las corruptelas en la estatal Petrobras.

FUENTE: EFE