El papa Francisco emitió un fuerte llamado en favor de los valores familiares tradicionales en su primera misa pública en África.
En su homilía de este jueves, el pontífice exhortó a los kenianos a respaldar a las familias y recibir con beneplácito a los niños como una bendición. Les pidió que resistan las prácticas "que fomentan la arrogancia en los hombres, lastiman o degradan a las mujeres y amenazan la vida de los inocentes no nacidos".
La Iglesia africana está entre las más conservadoras del mundo, y los obispos de este continente han estado en primer plano en la insistencia de que las enseñanzas tradicionales de la Iglesia sobre el matrimonio y la sexualidad, y su oposición al aborto, sean enfatizadas fuertemente.
Francisco así lo hizo, pero también recalcó asuntos que a él le preocupan: exhortó a los kenianos a dar forma a una sociedad más justa que vea por los pobres y a "rechazar todo lo que conduzca a los prejuicios y la discriminación, porque estas cosas no son de Dios".