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Papa llama a conciliar para superar lucha armada colombiana

Desde la capital de un país que por más de cinco décadas sufrió las consecuencias de un conflicto armado, el papa Francisco llamó a jóvenes, líderes y miembros de la Iglesia Católica a sumar esfuerzos para lograr la reconciliación en Colombia.

Durante una misa multitudinaria al aire libre en el parque Simón Bolívar --el punto culminante del primer día completo de actividad de Francisco en el país-- el centro de sus mensajes fue la necesidad de que los 48 millones de colombianos comiencen a transitar en conjunto hacia la conciliación anhelada.

“Hace falta llamarnos unos a otros, hacernos señas, como los pescadores (en el Evangelio), volver a considerarnos hermanos, compañeros de camino, socios de esta empresa común que es la patria”, dijo el papa en su homilía ante más de 600.000 personas, según estimaciones de algunos organizadores.

La alcaldía de Bogotá estimó la participación en más de un millón.

Francisco llegó la víspera para una visita de cinco días a cuatro ciudades del país --Bogotá, Villavicencio, Medellín y Cartagena-- en el tercer viaje de un papa a tierra colombiana. Esta vez, el máximo jerarca de la Iglesia Católica llegó con una encomienda especial: ayudar a sanar los golpes, el dolor y las divisiones tras cinco décadas de conflicto armado que llegó el año pasado a su fin con la firma de un acuerdo de paz entre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el gobierno del presidente Juan Manuel Santos.

“Es mucho el tiempo pasado en el odio y la venganza... La soledad de estar siempre enfrentados ya se cuenta por décadas y huele a cien años”, dijo más temprano el pontífice argentino de 80 durante su encuentro con Santos y aludiendo a la obra cumbre del fallecido Nobel colombiano. “No queremos que cualquier tipo de violencia restrinja o anule ni una vida más”.

Santos, uno de los artífices del fin del conflicto al pactar la paz con las FARC el año pasado, aceptó en un discurso previo las palabras de Francisco el llamado del papa a los colombianos a "dar el primer paso" y dejar atrás el resentimiento de décadas de violencia armada.

Sin embargo, el mandatario reconoció que aún queda mucho por hacer para que los colombianos superen las amargas divisiones creadas por un acuerdo de paz que los opositores conservadores consideran demasiado generoso.

“Miles de vidas han sido salvadas, miles de víctimas se han evitado, pero nos falta dar ese paso renovador, ese primer paso que es el más importante de todos: el paso hacia la reconciliación. De nada vale silenciar los fusiles, si seguimos armados en nuestros corazones”, sostuvo Santos.

Después el papa realizó un recorrido por la histórica Plaza Bolivar, en el centro de la capital, donde se encontró con una multitud, mayormente de jóvenes, a los que bendijo y pidió que liderasen los esfuerzos por sanar las heridas del antiguo conflicto.

“¡Cuánto los necesita Colombia para ponerse en los zapatos de aquellos que muchas generaciones anteriores no han podido o no han sabido hacerlo o no atinaron con el modo adecuado para lograr comprender!”, dijo a la multitud desde el balcón del Palacio Cardenalicio de Bogotá el papa, que se notaba alegre y repetía que los jóvenes son los aptos para hacer “líos”.

El papa siguió la tónica de sus mensajes al encontrarse al mediodía con 130 obispos colombianos a quienes pidió que a través de la palabra ayuden a sanar los rencores y el odio. En la palabra “tienen la autonomía para inquietar, allí tienen la posibilidad de sostener un cambio de ruta”, dijo el papa a los prelados.

Y aun cuando su homilía estuvo más apegada al Evangelio y a hacer paralelismos entre éste y la realidad colombiana, Francisco insistió en el mensaje de la unidad, aunque sin antes advertir que hay “densas tinieblas” que amenazan a la nación debido a la injusticia, inequidad social, la corrupción y el egoísmo de personas y grupos.

Algunos expertos destacan tempranamente que el papa haya apelado a los obispos para ser agentes dinámicos en la causa de la reconciliación. “El otro tema sobresaliente fue el énfasis en la justicia con ‘leyes justas’ como la única manera de lograr una reconciliación duradera porque las grandes desigualdades socioeconómicas del país y de América Latina causan violencia”, expuso a The Associated Press Andrew Chesnut, profesor de estudios religiosos en la Virginia Commonwealth University.

Esta visita tiene un alto contenido emocional y cumple una promesa que hizo Francisco a negociadores del gobierno y las FARC cuando visitó Cuba en 2015, en coincidencia con el prolongado diálogo entre las partes en esa en la isla caribeña.

Entonces pidió a ambas partes que no dejaran pasar una oportunidad histórica para la paz. Pero ahora que el acuerdo está firmado, las armas silenciadas y 7.000 rebeldes están regresando a la vida civil, los colombianos enfrentan un reto más complicado: unirse y erradicar las disparidades sociales.

“No olvidemos que la inequidad es la raíz de los males sociales”, refirió Francisco.

Santos, ganador del Premio Nobel de la Paz el año pasado, dio las gracias al pontífice argentino por presionar a los negociadores durante un momento complicado en el proceso de cuatro años y se mostró esperanzado en que la visita papal inspire a los colombianos a dar el siguiente paso y dejar atrás definitivamente la violencia que causó 220.000 muertos y siete millones de desplazados.

FUENTE: AP